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202 J. MICÓ como sus castillos. 12 Acosados por los «homines populi», los «boni homines» de Ásís, a los que se les había destruido casas y castillos, huyeron a Perusa y se sometieron a ella. Aunque la rivalidad de las dos ciudades venía ya de lejos, los nuevos acontecimientos desencadenaron otra guerra muni– cipal.13 Se desconoce el año en que dio comienzo dicha guerra, pero el encuentro de los dos bandos en Collestrada en 1202 ó 1203, 14 batalla en la que participó Francisco, nos puede dar una idea aproximativa. Los «boni homines» fueron poco a poco volviendo a Asís, hasta el punto de que en nov•iembre de 1203 hubo necesidad de firmar un tratado de paz entre ellos y los «homines populi». En él se pactaba la reconstrucción •ic las casas de los nobles en la ciudad a cambio de ciertas liberaciones en los «servitia debitalia», obligándose todos a evitar cualquier pacto -bien fuera con el Emperador, el Papa, ciudad o señor feudal- que debilitara la unidad y la fuerza del Común. 15 En realidad este pacto significaba que la nobleza terrateniente mante– nía todavía el suficiente poder político para poner condiciones, a pesar de la derrota de 1198. Bien es verdad que, al menos de forma teórica, el Común pretendía el relevo, por parte del pueblo, del poder político. Pero en la práctica los «boni homines» supieron introducirse en la ciudad y formar parte de ella, de modo que, ya dentro del Común, siguieron domi– nando juntp con los «homines populi». 16 12 «Corradus... roccam autem Assisii reddi mandavit. Sed Asisinates, qui eam tenebant obsessam, non permiserunt illam reddi domino Papae, quin captam penitus destruxerunt» (MuRATORI, Rer. Ital. t. III, part. I, p. 488. Vita Innocentii pp. III). Los nombres de los feudatarios y de los castillos arrasados vienen enume– rados en la «Carta pacis» de 1203, donde se les obliga a los «homines populi» a construirles casas en la ciudad, en compensación de lo destruido; cf. BARTOLI LANGELI, La realta sociale assisana, p. 283. u La «discordia en Asís» se convierte en «guerra entre Asís y Perusa»; una guerra que se tomará como elemento periodizante: «quum erat guerra inter Assi– sium et Perusium»; cf. BARTOLI LANGELI, La realta sociale assisana, p. 284. 14 Sobre la fecha de la batalla, cf. BARTOLI LANGELI, ibíd., n. 27. Celano también dice: «Cuando, en efecto, se desencadena no poco estrago, por. el conflicto de la guerra entre los ciudadanos de Perusa y de Asís, Francisco...» (2 Cel 4). A finales del siglo :XIII, Bonifacio Veronese escribió un poema, La Eulistea, en el que trata de las gestas de los perusinos desde 1150 al 1293. En ella describe la guerra entre Asís y Perusa en la que participó Francisco. 15 Cf. texto en Nova vita, pp. 438ss. " En 1205, algunos nobles refugiados en Perusa desligaban al Común de todo empeño por ayudarles a recuperar sus bienes. Para eso declararon haber sido indemnizados por los asisanos cuando, en realidad, no les habían dado nada; la prueba está en la insistencia del podestá de Perusa al Común de Asís para que se les restituyera a estos nobles· sus bienes. La única verdad era que querían volver a Asís.

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