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228 J. MICÓ sicología propia en estos casos es la de prescindir, si no aborrecer, de todo lo que constituía su mundo anterior; un mundo que él describirá en su Testamento como el tiempo en que «estuvo en pecados». 98 La escala de valores de esta nueva el-ase burguesa, compuesta en su mayoría por mercaderes y comerciantes, se basaba en el poder económico y político. Dinero y poder que estaban al margen -más aún, en contra– de los valores asumidos por los movimientos pauperísticos. De ahí que la relación con esta clase no fuera de solidaridad, sino como objeto de conversión a la penitencia que predicaban. 99 Las pocas veces que aparecen citados los comerciantes y los ricos que no son nobles se les juzga de forma negativa, según el concepto tradicional de que este oficio era inmoral. 100 Lo mismo hay que decir a la hora de valorar éticamente algunos oficios que, seguramente, desempeñaba esta clase media; me refiero a los «came– rarii» y «cancellarii» y los que «praesint in domibus, in quibus serviunt» o tienen «aliquod officium, quod scandalum generet». 101 El no ser compa– tibles con la minoridad, la actitud impuesta a las clases inferiores, quiere decir que pertenecían a algunos estratos de la clase media. Como ya habíamos insinuado, ni en los Escritos ni en las biografías queda muy delimitada esta clase media. Pero las veces que aparece, aún sin despreciarla, se la trata con cierto recelo. La concepción tradicional, ciertamente influenciada por la ideología eclesiástica, y la experiencia de Francisco proporcionaron esta toma de postura. 102 " Test 1; cf. F. DE BEER, La conversion de S. Frangois selon Thomas de Ce– lano, París 1963. " «Cuando recibían visitas de los ricos de este mundo, los recibían alegre y benignamente y procuraban apartarlos del mal y moverlos a penitencia» (TC 45). 100 «Se presentó, pues, ante el señor obispo, y éste lo recibió con gran alegría. Luego le dijo: "Tu padre está enojado contra ti y muy escandalizado. Si, pues, deseas servir a Dios, devuélvele el dinero que tienes; y como quiera que, tal vez, esté adquirido injustamente, no es agradable a Dios que lo entregues como limosna para. obras de la Iglesia, debido a los pecados de tu padre, cuyo furor se mitigará si recibe ese dinero» {TC 19). 101 «Los hermanos, donde quiera que se encuentren sirviendo o trabajando en casa de otros, no sean mayordomos ni cancilleres ni estén al frente de las casas en que sirven; ni acepten ningún oficio que engendre escándalo o cause perjuicio a su alma... » (1 R 7, 1-2). Sobre el significado de estos términos puede verse: L. IRIARTE, Escritos de san Francisco y santa Clara de Asís, Valencia 1981, p. 30, nota 15; R. MANSELLI, en Verbali delle sedute de La povertii del secolo xn, p. 50. 102 Cf. J. LE GoFF, Le vocabulaire des catégories sociales chez S. Franr;ois d'As– sise et ses biographes du xrne siecle, en Ordres et classes. Colloque d'histoire sociale, París 1973, 93-123; sobre los mercaderes de Asís puede verse: P. V. RILEY, Francis' Assisi, p. 419.

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