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210 J. MICÓ respecto a la compasión de Francisco hacia los pobres, nos permite adivinar el amplio campo de miseria que rodeaba a los ciudadanos de Asís. 41 Otro sector marginal que se nos desvela a través de los escritos y bio– grafías es la realidad laboral, tanto de artesanos itinerantes como de peones agrícolas o criados domésticos. 42 Un trabajo asalariado e inseguro que no ofrece, siquiera, el derecho a un jornal suficiente. 43 Pero donde aparece con mayor virulencia lo que significa la margina– ción social en Asís, es en el trato que se daba a los leprosos. La confesión que nos hace Francisco en su Testamento sobre su experiencia con ellos y las noticias de los biógrafos son un exponente de lo que representaba para la sociedad su simple presencia. 44 De ahí que se les confinara en hos– picios distantes de la ciudad, porque su aspecto infundía horror a la gentc. 4' El panorama social de Asís en que vivió Francisco queda lo suficiente– mente dibujado para que podamos entender más claramente cuál fue el verdadero contenido de su opción evangélica; una opción que no podemos 41 Cf. 1 Cel 76; 2 Cel 83-92; LM 8, 5; LP 113 y ss. '' «Los hermanos, dondequiera que se encuentren sirviendo o trabajando en casa de otros, no sean mayordomos ni cancilleres, ni estén al frente de las casas en que sirven; ni acepten ningún oficio que engendre escándalo o cause perjuicio a su alma, sino sean menores y estén sujetos a todos los que se hallan en la misma casa. Y los hermanos que saben trabajar, trabajen y ejerzan el oficio que conozcan, siempre que no sea contra la salud del alma y pueda realizarse deco– rosamente... Y puedan tener las herramientas e instrumentos convenientes para sus oficios» (l R 7, 1-3. 9). Cf. S. DA CAMPAGNOLA, La povertii. nelle «Regulae» di Frnncesco d'Assisi, en La povertii del s. XII e Francesco tl'Assisi ..., Asís, Societa Internazionale di Studi Francescani, 1975, pp. 240ss.; S. ARA, El espíritu de trabajo en la Regla franciscana, en Estudios Franciscanos 68 (1967) 49-68; A. LAITA, El trabajo en sus distintas formas en la vida franciscana, en VerVid 37 (1979) 47-67; V. MATEos, El trabajo y la primitiva experiencia franciscana, en Sel Fran n. 25-26 (1980) 183-190. "· «Y yo trabaja con mis manos, y quiero trabajar; y quiero firmemente que todos los otros hermanos trabajen en algún oficio compatible con la decencia. Los que no saben, que lo apremian, no por la codicia de recibir la paga del tra– bajo, sino por el ejemplo y para combatir la ociosidad. Y cuando no nos den l:l paga del trabajo, recurramos a la mesa del Señor, pidiendo limosna de puerta en puerta» (Test 20-22). " «En efecto, como estaba en pecados, me parecía muy amargo ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué con ellos la mise– ricordia. Y, al separarme de los mismos, aquello que antes me había parecido amargo, se me tomó en dulzura de alma y de cuerpo» (Test 1-3). Cf. 1 Cel 17; 2 Cel 9; LM 1, 6; 2, 6; TC 11; LP 9 y 64. Cf. S. DA CAMPAGNOLA, La societa assisana 11elle fonti francescane, pp. 372ss. " Para la ubicación de los «hospitia» en el condado de Asís puede verse: T. MANNETTI, Lebbrosari del Lazio e dell'Umbria nel Medía Evo, Roma 1969; cf. S. DA C..\i\1PAGNOLA, ibíd., p. 373.

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