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S,\N: FRANCISCO ANTE LA IIIST0RIA 281 desde la primera epifanía de una religión superior en la tierra, la vida de los santos da testimonio de que algo de la simiente ha caído ya en buen terreno» (p. 97). Cita aquí el pasaje de san Mateo en que se dice que el fruto recogido puede ser de ciento por uno, de sesenta o de treinta. Para Toynbee los santos son el terreno de' buen cultivo que hace florecer la gran cosecha del espíritu. Entr-e los santos se halla san Francisco hacia el que el filósofo de la historia no cela su preferencia. Un .franciscano en este momento siente cierta comezón en recopiar lo que se lee en su obra. La graduación que hace, en choque hiriente con la humildad franciscana, sólo a su cuenta puede correr: «Este vaticinio de las Escrituras (el de la simiente en tierra buena) ya se cumplió en vidas tales como las de John Wesley y san Francisco de Sales e, in excelsis, en la de san Francisco de Asís» (p. 97). La frase rubrica la inmensa simpatía que el gran santo de Asís ha irradiado en la cultura moderna. A qué di~tancia nos hallamos de las impiedades y lige– rezas de la Ilustración volteriana. Pero esta constatación del cambio de menta– lidad ante la figura del santo· en los. filósofos de la historia no debe, en modo alguno, hacernos olvidar cuál ha sido el influjo histórico del mismo. Ha consis– tido ante todo en que por un camino de radical superación del propio egoísmo el .santo se ha lanzado en brazos de la Realidad Absoluta y en ella se ha abierto a los demás hombres. San Francisco significa en la historia el ocaso del •egoísmo humano v el amanecer de 1m nuevo día en el que los hombres van a sentirse más her~mnos. Él vive lleno de. Dios. Y de su. plenitud se desbordan .torrentes de luz v de vida que van a. henchir el inmenso .vacío humano que ha sido impo– sible ll~nar pdr los arenales de los egocentrismos humanos,· puestos en relieve en la descripción que hace Toynbee, de la marcha de la historia. En la última época de su vida, este pensador ha entrevisto que en un próximo futuro un vacío histórico agranda su pavorosa nihilidad por los caminos de la técnica. Antes, sin embargo, de enfrentar este nuevo vacío con la santidad, me permito un breve excursus, que creo aleccionador, por cuanto corrobora la reflexión que terminamos de hacer. Me induce a ello el filósofo argentino León Dujovne, cuando afirma.que Tqynbee se ha inspirado.en H. ,Bergson al formula.r algunas de sus grandes ideas sobre filosofía de. la historia.4 En su obra de última madurez, Les deux sources ..., Henri Bergson advierte cómo el hombre va ensanchando su amor en círculos concéntricos de.radio cada vez mayor: familia, patria, humanidad. Esto parece decir .que el resorte del amor a la familia y a la patria vendría a ser el mismo que el del anwr a la humanidad .. Sin embargo, la reflexión filosófica percibe que los ·dos amores primeros. son instintivos, enraizados en la. misma biología del ser humano, Por el contrario, las tendencias sociales no suscitan amor a la humanidad sino más bien la lucha 4 L. DuJOVNE, La filosofía de la historia de Nietzsche a Toynbee, Buenos Aires 1957, 197-201.

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