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296 FIDEL AIZPURÚA • También ha redimensionado Francisco el hecho social cuando ha en– tendido la pobreza no tanto en los modos de la austeridad sino como un dinamismo que empuja a la confluencia con las pobrezas sociales. Es cierto que la pobreza como forma de vida de Jesús ha sido el motor ideológico en el buen sentido de la palabra de la opción por la po– breza, 15 pero el espejo social de los minores era el que devolvía a Francisco la imagen concreta de lo que él quería vivir. 16 Por eso llegó a estar dispuesto no sólo a querer vivir desapropiado sino a dejarse desapropiar por aquellos que exigen su parte de felicidad en esta vida. 17 • Otra manera de redimensionar el hecho social ha sido la de mirar de frente a lo despreciado del mundo. El repetido tema de la dura correc– ción de Francisco hacia quien hablara mal de los pobres es altamente elocuente. 18 Con ello se está queriendo indicar que Francisco se ha situado existencialmente al lado de las víctimas. Esto ha dado una perspectiva nueva tanto a su vivencia del hecho cristiano como a su experiencia social. La orientación hacia los crucificados se ha visto confirmada por el crucificado Jesús y desde ahí ha cobrado un impulso nuevo su decisión de no abandonar jamás el ámbito de las víctimas. • De todos es conocida y apreciada la postura sugerente y luminosa de Francisco ante la creación a la que ha entendido en los modos más directos de la fraternidad. Pero la suya no es una valoración lírica de lo creado sino profundamente existencial. Eso quiere decir que Francisco redimensiona el hecho creacional desde el momento en que, como lo muestra el Cántico al hermano sol, su valoración se hace no desde fuera sino desde la evidencia comprobada de que se es tierra, parte componente de la aventura histórica. Desde ese momento, la relación con la tierra no puede ser la del dominio y el expolio sino la de la colaboración que erradica cualquier antropocentrismo y coloca en su lugar el más respetuoso biocentrismo. • La misma contemplación de Francisco es, sin duda, una manera de redimensionar el espacio interior de la persona, ahondando en la capacidad para encajar el lado difícil de la vida y para disfrutar de su lado amable. 19 La deshabitación que sufre la persona de hoy en su 15 2 R 6, 3-4. 16 2 R 3, 11. 17 2 Cel 85. 18 1 Cel 76; 2 Cel 85; EP 37; LP 114; LM 8, 5. 19 LM 10, l.

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