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302 FIDEL AIZPURÚA • Dice F. Brines, reciente premio nacional de poesía: «¿Cuál es la gloria de la vida, ahora / que no hay gloria ninguna, / sino la empobrecida realidad?» 41 La vida cristiana redimensionada en la profundidad ha– bría de hacer ver que en esta pobre vida se encierra una formidable gloria por el hecho de la participación de Jesús en nuestro camino histórico. Así, la humanidad de Jesús no es sobre todo uno de sus componente esenciales sino su apuesta real por lo humano con la intención de no retirarla jamás. La experiencia de la humanidad de Jesús se constituye para la persona en dinamismo para una experiencia cada día nueva de la posibilidad que es vivir. CONCLUSIÓN Al terminar esta reflexión, más que resumir lo expuesto, dejamos constan– cia de aquello que nos resulta más evidente: • Que Francisco ha recuperado la dimensión perdida de la profundidad adentrándose decididamente en el ámbito de la humanidad de Jesús. Él ha experimentado la fe más en modos existenciales que ideológicos. Por eso le ha resultado fácil hacer de la humanidad de Jesús una especie de atractor, un dinamismo que ha reorientado su vida. • Nos resulta también evidente que ése podía ser también el camino para el franciscano/ a que quiera ir escapando de la honda superficialidad, valga la paradoja, en la que se mueve la vida. Y cada vez cobra más cuerpo la idea de que junto a la experiencia nueva y humanizadora de la persona de Jesús es necesaria una experiencia del hecho social de similar calado. • La VR, la vida franciscana en particular, se ve afectada de superficiali– dad. Los estilos light de VR no pueden ser superados solamente por vía de la austeridad sino por el trabajo continuado de generar amor por la historia como totalidad, por la decisión de lanzarse sin reservas a la realidad de la persona y por el cultivado interés por los problemas sociales de los que hace parte. • Quizá, en el último recoveco de todo este asunto se halle el problema de la autonomía, personal, histórica e incluso religiosa. El fenómeno de la superficialización va parejo al de la dependencia. Por eso Jesús, libre y autónomo, fue hombre pleno. 41 F. BRINES, Poesía completa, Ed. Tusquets, Barcelona 1997.

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