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LA DIMENSIÓN RECUPERADA 299 dad de Jesús se convierte en pregunta viva sobre la propia existencia del seguidor. Así queda claro que al redimensionar la persona de Jesús desde el lado de su humanidad es nuestra humanidad justamente la que percibe todos los beneficios. De aquí que la medida y la verificación de esta espiritualidad ha de ser el dinamismo con el que se encara la existencia. En este sentido, Francisco es de esas personas en las que ni el deterioro vital y psíquico, ni las dificultades fraternas, ni las trabas sociales o eclesiales, han podido impedir un creciente desarrollo incluso en sus últimos días. Este crecer siempre como persona es símbolo del crecimiento pleno, la resurrección. 4. LA REDIMENSIÓN DEL HECHO SALVÍFICO Una lectura superficial de la aventura creyente de Francisco de Asís daría como resultado el perfil de un hombre enajenado por lo sagrado. Nada más lejos de la realidad. Si se aplicaran a la vivencia espiritual de Francisco aquellos parámetros de Robinson «arriba y afuera»/ «abajo y adentro» 31 entraría en este último marco: Francisco ha vivido la humanidad de Cristo adentro y abajo. Textos centrales como 2CtaF 54 ss, bien leídos, indican la vivencia de una fe histórica. Así, el gozo de tener un padre grande y santo en el cielo es un dinamismo para el trabajo creyente de hoy, para la «perseverancia», dice el texto; 32 la suerte de tener un esposo «consolador, hermoso y admirable» empu– ja a «unirse a Jesucristo», 33 es decir, a hacer hoy vivos los criterios y modos de comportamiento del mismo Jesús; y tener un hermano e hijo «agradable, humilde, pacífico, dulce, amable y deseable» es para llevarlo «en nuestro cuerpo» y darlo a luz «por las obras santas», 34 es decir, para determinar la propia conducta. Una lectura histórica de este tipo de espiritualidad no sólo no la despoja de sus valores más genuinos sino que le da una fuerza nueva. En la misma línea va el tema sanfranciscano básico de «la forma de vida» de Jesús y sus apóstoles que Francisco quiere copiar en su hoy como funda– mento básico de su opción evangélica. 35 Cuando él quiere reinventar la forma de vida de Jesús está haciendo ver que el Evangelio es un elemento histórico con posibilidad de perdurar a la base de toda otra situación histórica. O, de otro, que la forma de vida de Jesús, el estilo de vivir como seguidor, y el devenir de la historia no van en modos paralelos sino en íntima trabazón. 31 Cf. J.A.T. RoBINSON, Sincero para con Dios, Ed. Nopal, Barcelona 196?2, pp. 31-41. 32 2CtaF 48. 33 2CtaF 51. 34 2CtaF 53. 35 Cf.1 R 14.

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