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EL RECURSO A LA MESA DEL SEÑOR 27 pación la vuelta hacia la sustitución del trabajo con la limosna a medida que los hermanos menores adquirían crédito delante de las clases sociales. En una prédica referida a los hermanos después de 1228, les decía: «Entre vosotros hay Hermanos simples y laicos, que colaboran con las propias manos en la obra de los otros hermanos, o bien recogiendo para todos las limosnas de los fieles. Otros son débiles y enfermos y no están en grado de trabajar y llevar el peso de los otros. Otros están llenos de fatigas y se empeñan en la meditación, en la lectura y en la oración y, sobre las alas de la razón y del intelecto, se elevan a las cosas celestes. Otros salen para darse a la predicación y activamente se empeñan en la obra de la salvación de las almas. No llamaría pobres aquellos que, mientras pueden vivir con la fatiga de sus manos, van por el contrario a mendigar. Estos van catalogados no entre los pobres, sino entre los ladrones.» 4 En un primer tiempo el aspecto externo no ayudaba a superar la vergüenza natural de los hermanos mendicantes, más bien se les tachaba «de hipócritas a causa del hábito» (1 R 2, 15), pero muy pronto aquel hábito se convirtió en un signo digno de veneración y comenzó a ser usado con fines utilitarios por quienes no pertenecían a la Orden, hasta el punto que ya en 1220, Honorio III prohibió absolutamente usar este vestido a quien no fuera hermano menor. 5 El éxito de los hermanos menores hizo que su ejemplo fuese seguido por otras familias religiosas surgidas en el siglo xm con un proyecto de vida similar: dominicos, agustinos, servitas, carmelitas. Fue el inicio de una nueva etapa de la historia de la vida consagrada, la de las Órdenes mendicantes, que luego gozarán de importantes privilegios, entre los cuales destaca la libertad de ejercitar la mendicidad. 6 En todo el siglo xm la limosna será el medio casi exclusivo de subsistencia. En el siglo xrv, entre los conventuales, obtenida la mitigación del rigor de la Regla, la mendicación será progresivamente sustituida por lo proveniente de las posesiones y la rentas; todas las reformas, sin embargo, volverán a la mendicación. 3.5. La mendicidad en la Orden de los Capuchinos 3.5.1. La mendicación y los amigos espirituales en la legislación La primera generación capuchina hizo de la limosna la fuente primordial 1 «Sermones ad fratres minores», in Analecta OFMCap, 19 (1903) 22-24, 114-122; FF 2258, 2361. 5 Bullarium Franc. 1, Roma 1759, 6. e, F. DAL PINO - L. DE CANDIDO - E. FRASCADORE - G. OooARrn, «Mendicanti, Ordini», in Diz. deglí Istituti di Perfezione, V, 1163-1190.

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