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UNA SOLA FAY!ILJA: LA FRATERNIDAD FRANCISCANA ANTE EL FEN()MENO... 293 mientras los países poderosos invoquen los derechos humanos para perpetuar y acrecentar su opresión sobre las naciones pobres, la noción se habrá corrom– pido en toda su extensión.1" * La noción de «salvaguarda de la creación»: Esta noción es muy querida en los grupos de Justicia y Paz franciscanos. De modo que la incorporan a su denominación y a su tarea. Pero, al igual que en nociones anteriores, una occidentalízación de la misma hace que en los países poderosos se ponga el grito en el cielo ante el impacto ecológico de un pequeño pantano, cosa en sí loable, mientras que esos mismos países no tienen empacho en deforestar las selvas tropicales sin más criterio que el del mayor lucro. E, L. Boff, profeta de la ecología, dice que en la deforestación de la selva de la Amazonia brasileña se concitan todos los pecados capitales antiecológicos. Dice con acierto: «Allí queda también patente la clara contradicción entre capitalismo y ecología. El que añada la sílaba eco al capitalismo o al tipo de desarrollo promovido por él --ecocapitalismo y ecodesarrollo- sólo enmascara la perversidad intrínseca del capitalismo y de su paradigma de desarrollo. Su lógica interna implica la no-existencia de la ecología y, caso de que existiera, su negación.,, 1" Mientras no seamos igualmente sensibles al ataque a la creación que supone el trazado del A VE y la desforestación por nuestros compatriotas de las selvas del Gabon no podremos hablar de salvaguarda de la creación. Porque, es claro que la creación es una sola y toda ella quiere y debe ser cuidada y salvaguardada. •· La noción de «mercado libre»: Porque si algo no es libre es el mercado. El acceso del mercado global a los países pobres está hoy más vedado que nunca. Mientras los países ricos controlen el 72 '½, del comercio mundial; mientras el 80 %, del comercio sea Norte-Sur y solamente un 10 '¾, en la dirección contraria; mientras las grandes decisiones económicas se tomen en los países occidenta– les, hablar de mercado libre es un escarnio. No es de extraüar que haya quien piense que el mercado constituye la antítesis de los derechos humanos: «El mercado funciona con leyes propias. Hay que eliminar alteraciones. Nadie 1 ª Causa estupor ver cómo el amenazante presidente de EE.UU . pone en la lista de futuros represaliados a Sadam 1Iussein porque, al parecer, entorpece la supervisión de producción de armas biológicas, mientras que USA, en contra de 143 países que celebran estos días en Ginebra la V Conferencia sobre fabricación v venta de armas biológicas y que han ratificado la Convención de 1972, sigue negándose a que se establezca ningún sistema de vigilancia internacional, contradiciendo así profunda– mente todas sus declaraciones antiterroristas. 1 ' El máximo importador de caoba ilegal de la Amazonia es EE.UU . seguido de la UE: cf. M. BAYÚN, Sangre y cao/,a, en ,,El País», 13-12-2001, p. 72. u, L. Bon, Ecología, Madrid 1996, p. 113.

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