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«LO AMARGO, SE ME TORNÓ EN DULZURA» 185 director, ya que es un coro autónomo, siendo la única intervención de Dios la de su formación. 13 Esta ha de ser una valoración gustativa, que lleve a tener el gusto por la vida como el mejor don del Espíritu. 14 Desde ahí se podrá vivir en estado permanente de poesía, de ecología, de valoración lúdica de la existen– cia. Quizá la valoración de lo elemental vaya unido a la valoración de lo profundo. Bien dijo Tillich que «quien sabe de la profundidad sabe también de Dios». 15 Yesa perspectiva de lo coral, de lo vital, de lo poético y de lo profundo es lo que le ha dado al hermano Francisco la posibilidad de mirar la existencia con una mirada distinta. b) Valoraciones vitales El hermano Francisco ha entendido que la manera evangélica de situarse en la realidad es hacerlo en modos curativos. De ahí que el texto de Mt 9,12: «No tienen necesidad de médico los que se sienten fuertes sino los que se encuentran mal», ha sido una certeza vivida para él, como lo muestran sus escritos. 16 Y ha querido hacer constar de modo explícito en sus dos Reglas que los hermanos enfermos son parte valiosa de la fraternidad, 17 sintetizando esta certeza en aquel axioma siempre elocuente: «Dichoso el siervo que arna tanto a su hermano, cuando está enfermo y no puede corresponderle como cuando está sano y puede corresponderle.» 18 Desde aquí ha entendido Francisco que no se puede curar más que desde dentro. Curar desde fuera es hermoso, pero curar desde dentro es liberador. 19 Por eso ha aceptado estar en la exclusión como modo curativo. Francisco no tuvo como ideal la exclusión, sino que ésta le vino encima, viendo en ella la posibilidad de vivir la experiencia de un nuevo nacimiento, de una visión renovadora del hecho social. 20 13 Por eso reza la hermana Clara: «¡ Bendito seas tú, Señor, porque me has creado!» (Proc 3, 20). Y Jn 1,12 dice que Dios ha dado «capacidad» a la persona para ser hijo/a. Es preciso desarrollar esa capacidad logrando, entre otras cosas, que surja la responsa– bilidad ante lo creado. 14 Quizá sea el gusto por la vida algo por lo que la figura de Francisco sigue cautivando a la persona de hoy. 15 P. TILLICH, La dimensión perdida, Bilbao 1970, p. 114. 16 1 R 5, 8; CtaM 15. 17 1 R 10; 2 R 6. 18 Adm24. 19 El lema de J.I. GoNzALEZ FAus: «todos por los pobres, bastantes con los pobres y algunos como los pobres», está indicando el itinerario curativo de quien entiende la pobreza como lugar de encuentro: «Nuestros seílores los pobres.» «El Espíritu de Dios, maestro de la opción por los pobres», Cuadernos Frontera hegian 16, Vitoria 1996, p. 37. No otra cosa dice el texto del VI CPO, n. 9. 20 Bien lo ha dejado ver M.A. S,\.c'\JTANER, Francisco de Asís y de Jesús, Madrid 1986, p. 143.

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