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190 FIDEL DE AIZPURÚA, OFMCAP l. FRANCISCANISMO Y SOCIEDAD ACTUAL Cuando ciertos analistas de la realidad diseccionan el hecho social, conclu– yen que el nuestro es «un mundo de torbellinos», una realidad en la que todas las instancias sociales están involucradas en los mismos grandes problemas que tiene el ser humano. 39 Esos torbellinos son justamente el ámbito en el que ha de realizarse paulatinamente nuestra conversión social. • El torbellino del poder, que hoy más que nunca es un poder que deriva de la información, ya que la información crea opinión. El franciscanismo puede convertirse al hecho social en la medida en que trabaje por el reparto de poder, manera de poner los cimientos de la fraternidad. • El torbellino de la necesidad de sentido, porque la persona se define y sigue en su imparable búsqueda de sentido. El franciscanismo podría con– vertirse a este torbellino social trabajando en el empeño por decir a toda persona que, por el simple hecho creacional, tiene lugar en el mundo y derecho inalienable a participar de la felicidad histórica. • El torbellino de la pérdida de identidad, que deja a la persona sin raíces, obligándola a refugiarse en nacionalismos excluyentes en los que sigue vigente el temor al otro. El franciscanismo hace una conversión al hecho social cuando trabaja en la erradicación del ancestral temor al distinto, sustituyéndolo por una mentalidad w1iversal y plural, fraterna en suma. • El torbellino de la crisis del modelo patriarcal, que ha hecho saltar por los aíres las opciones familiares, sexuales, de género, que han sido intoca– bles hasta ahora. El franciscanismo se convierte socialmente si va encajando esta mutación y se pone con decisión del lado de la fraterni– dad social con posturas abiertas en torno a temas de moral sexual y de igualdad de género. • El torbellino de las migraciones, que cada vez afecta más al hecho social. Una conversión a este ámbito está pidiendo al franciscanismo no sólo una colaboración en los problemas que esto plantea sino el trabajo por llegar a una mentalidad nueva donde el otro, el distinto, llegue a ser hermano, no amenaza. 39 Cf. M. CAsrnus, La em de la injórmació11, 3 vols., Madrid 1999.

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