BCCCAP00000000000000000001505

FRANCISCO DE ASÍS: SIGNO Y COMPROMISO 447 allá del mundo de contradicciones y desvalores que envuelven la naturaleza humana. Y en la CtaM se encuentra aquella expresión que puede llenar de confianza y gozo al corazónmás perplejo: «Que no haya en el mundo hermano que, por mucho que hubiere pecado, se aleje jamás de ti después de haber contemplado tus ojos sin haber obtenido tu misericordia, si es que la busca.» Sólo un reconciliado por dentro puede plasmar hacia afuera ese modo reconciliador. d) Los signos de la fraternidad universal A estas alturas, queda fuera de duda que uno de los signos elementales de la espiritualidad franciscana es «su afirmación optimista de lo humano en la comu– nión de la fraternidad universal». 21 El signo de la fraternidad universal ha hecho que, en el seno de lo franciscano, pudieran convivir al amparo de un mismo ideal clérigos, laicos religiosos, mujeres consagradas, laicos sin más. La dinámica del espíritu franciscano ha hecho verdad en modos de vida el tan acertado lema de «todo hombre es mi hermano». No observaremos en Francisco ninguna clase de elitismos que atente contra este hermoso mundo del abrazo universal. e) El signo «oculto» de la mujer Decimos «oculto» porque quizá no ha sido suficientemente valorada la rela– ción entre Francisco y Clara, no sólo desde la segura amistad creada en los vínculos del Evangelio, sino como la mutua garantía de una opción de vida. Eso es más profundo. 22 Y luego todo ese mundo femenino que envuelve la vida de Francisco, desde la conocida y entrañable Jacoba de Settesoli, 23 hasta esa nube de mujeres necesitadas que rodean, según el Tratado de Milagros, 24 la vida de Francisco. La sensibilidad evangélica de Francisco ha encajado con la sensibilidad femenina creyente o necesitada en esa simbiosis de fe y corazón que hace fecundo el Evangelio. Esto no queda oculto ni siquiera con las insistentes y tenaces prédicas de las biografías oficiales con 2 Cel cuando hablan alto y fuerte «Contra la familiaridad con las mujeres» poniendo esa visión en la boca y en el pensamiento de Francisco. 25 21 Cf. San Francisco de Asís. Escritos, biografías, documentos de la época, ed. J. A Guerra, Madrid 1978, p. 16. 22 Cf. F. AIZPURÚA, El camino de Clara de Asl,. Curso básico de francíscanismo, Ávila 1992, pp. 37-40. 23 Cf. EP 112. 24 Cf. 3 Cel 95 ss. 25 Cf. 2 Cel 112 y ss.