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FIDEL AIZPURÚA, OFMCap FRANCISCO DE ASÍS: SIGNO Y COMPROMISO Una lectura de la persona y obra de Francisco de Asís desde su entidad sif,'llificativa, desde el elocuente lenguaje de las actitudes de vida, puede colaborar decisivamente a fundamentar el compromiso concreto del franciscano. Que el signo habla de la realidad honda del ser persona es indudable; que la capacidad del empuje y el aliento del signo contagia es evidente del mismo modo. Con esta intuición general y con este convencimiento abordamos una lectura del hecho franciscano desde el lado de los signos, para terminar esbozando una teoría del compromiso franciscano aplicable a todo aquel para quien Francisco de Asís es lenguaje vivo y atrayente aquí y ahora. l. EL LENGUAJE DE LOS SIGNOS La persona humana no sólo no puede expresarse, sino que no puede vivir sin significarse en el espacio y en el tiempo. De tal manera que los signos no sólo son un lenguaje, un código, un cauce expresivo, sino un modo de situarse en el entorno, una manera de desvelar los componentes de su ser persona. Despreciar esta lectura de lo humano es arriesgarse a no entender los mecanismos que nos componen. a) El perenne lenguaje de los signos Los modos significativos de expresión han tenido un enorme arraigo en todos los pueblos. De sobra son conocidas las acciones simbólicas de los profetas,1 lenguaje altamente elocuente para la vida de Israel. O esos otros modos significati– vos de la EdadMedia, con todos los rituales de sometimiento al señor feudal} o del Renacimiento con el deliberado deseo de reencarnar la pureza cultural de la cultura clásica.3 Nada diremos de nuestros modos culturales de significamos: abrimos la primera página de un semanario y se nos ofrece el anuncio de un elegante coche, seguimos y vemos unos maravillosos productos de belleza, conti- 1 Cf. S. MuÑoz IGLESIAS, Los géneros literarios y la interpretación de la Biblia, Madrid 1968, pp. 85-90. 2 Recordar todo el ritual de las «investiduras» con la entrega del báculo y del anillo, etc. Cf. AA. VV.,Para una ense1ianza critica de la rclif.,'ÍÓn.2: La Iglesia, Estella 1978, pp. 133-134. 3 lbid., p. 148.