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VNENCIA PRIMERA DEL ALMA DE SAN FRANOSCO 299 mujer». Ypor la más delicada de «esposa», que en latín no es más que «prometida», suplantada en el uso corriente por la popularísima «novia» de caprichoso origen etimológico. No merecería la pena detenerse en estos escarceos lingüísticos sino advirtiéra– mos por ellos un perder primaáa el amor conyugal, remansado en el vocablo «uxor», para dar paso al amor idealizado de la mujer, a la que se alaba y canta como «dama» y «señora». Hasta en el mismo Dante parece advertirse este trasvase. En un verso luciente evoca el matrimonio de Francisco con la Pobreza: «privata del primo marito mille cent' anni». 25 Pero no teniendo vocablo para significar que la Pobreza es «uxor» respecto de Francisco, la celebra con el título de «donna», vocablo en alza por lo que toca a la cortesía, pero en baja respecto del amor conyugal. Pese a estas deficiencias inherentes a todo lenguaje place destacar que el matrimonio de Francisco y la Pobreza, cantada porDante en sus geniales versos, se corresponde con los sencillos relatos de los biógrafos del Santo. Esta boda mística de Francisco exige, por lo mismo, que veamos sus relaciones con la Pobreza, no tanto desde la galantería trovadoresca de las «cortes de amor», cuanto desde la vida conyugal, que transpiran los caballeros de La, Chanson de Roland. Sintió Francisco amor conyugal a la Pobreza, a la que se mantuvo fiel hasta la muerte. Otro Roldán, este caballero de Cristo tuvo en la pobreza su fidelísima Alda, que le acompañó hasta el lecho en que muere. Con este atrevido paralelismo cerramos la exposición de las conexiones de Francisco y sus seguidores con los caballeros de la primera hora heroica: del ciclo francés. II. LOS CABALLEROS DE LA TABLA REDONDA DEL CICLO BRETÓNY FRANOSC0 El gran cantor del ciclo bretón, en el siglo XI, fue Chrétien de Troyes. Es conside– rado por los críticos literarios como uno de los grandes nombres de la literatura francesa. Para más de uno, el máximo poeta medieval cristiano, anterior a Dante. 26 Hizo tema de sus poemas romanceros las mil leyendas en tomo al fabuloso rey Artús y sus caballeros de la Tabla Redonda. Desde las luchas de este rey, en los siglos V-VI, para defender a sus bretones contra los sajones agresivos se va forjando por las exaltadas mentes celtas una serie de leyendas que tienen su centro geográfi– co en la pequeña y Gran Bretaña. Algunas de estas fantásticas leyendas fueron 25 DANTE, La divina commedia. Parad. XI, v. 64. 26 CHRÉTIEN DE ThoYES, Le roman de Perceval ou le Cante du Grial, Paris 1959. Le chevalier de la charrette, Paris 1958. Cf. J. FRAPPIER, Chrétien de Troyes. Nouv. édition revue, Paris 1957.

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