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278 BERNARDJNO !JE ARMELLADA devoción salmantina a santa Clara ha destacado tradicionalmente. Hasta no hace mucho había una muy devota procesión por el barrio el día de la fiesta de la Santa con participación notable de la juventud. En su iglesia, bajo cuyos encalados se han descubierto recientemente pinturas de gran valor artístico del siglo XIV, radica la «Asociación Eucarística de Santa Clara», y en el convento se conservan unos auténticos corporales bordados por la Santa. Otra expresión de la devoción a la Santa son las cantidades de huevos que reciben en su honor con la petición de buen tiempo, incluso con motivo de las corridas de toros. Los abundantes donativos se reparten entre los necesitados. El convento de clarisas de Palencia tiene una ubicación privilegiada en el centro de la ciudad, con una iglesia de arquitectura gótica y retablo barroco bien combinados, dedicada a santa Clara, y muy visitada por los fieles, al tener constan– temente expuesto el Santísimo. El centro del retablo está dominado por la bella imagen de santa Clara, probablemente de Tomás de Sierra,6 de madera policroma– da. Y las religiosas dicen recibir muchas ofrendas -también de los acostumbrados huevos- en las que se mf'nciona a santa Clara en su conexión con el Santísimo.7 La novena a la Santa es muy concurrida y, si últimamente se ha suprimido la proce– sión por las calles, ha sido a causa del tráfico, no por disminución de la devoción popular. Se recuerda aún el fervor de los fieles con motivo del Centenario de la muerte de santa Clara el día 12 de agosto de 1953 con la iglesia completamente llena de fieles y la magna procesión con la imagen de la Santa Madre... Otro signo expresivo de la devoción a santa Clara se encierra en las palabras del Alcalde del Ayuntamiento de Reinoso de Cerrato 8 (Palencia), cuyos habitantes se trasladaron el día 7 de agosto de 1953 a Palencia para las celebraciones del Centenario, «por tener este humilde pueblo grandes recuerdos de la Santa protec– tora, ya que hace siglos radicaba el convento de Monjas Claras en su término municipal». 6 Tomás de Sien-a (t 1725) fue, junto con sus hijos Pedro, Francisco, José y Tomás, grande y fecundo imaginero, cuyas obras se encuentran especialmente en Valladolid y Palencia. Se nota en ellos la influencia de Juan de Juni y Gregorio Hernández. 7 «Algunos fieles, me dice la Madre Abadesa, al entregar sus limosnas dicen: por gracias obtenidas por intercesión de Santa Clara ante el Smo. Sacramento (tanto) para los pobres.» 8 Villa distante de Palencia unos 12 kilómetros. Allí tuvo principio el monasterio de clarisas que un siglo más tarde (1378) se trasladaría a Palencia. En 1291 «Doña María Pérez, mujer que fue de D. Ruiz Díaz el Bueno, donó a Doña Juana de Santander, primera Abadt'Sa del Monasterio, y a las demás monjas, un castillo que tenía en dicha villa de Reinoso, para su habitación y morada, donde estuviesen con más decencia, ya que hasta entonces vivían en una casita muy pobre» (de los documentos que se conservan en el Archivo del Monasterio).
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