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DEVOCIÓN A SANTA CLARA DE ASÍS EN ES! 'A.ÑA 287 popular, que encuentra aquí una desviación deformante. Sólo se deforma lo que existe. 9. HFRENCIA DEL\ HISTORIA Si bien nuestra nota quiere referirse a la devoción actual, no está de más citar aquí un documento antiguo en el que los palentinos actuales encuentran el testimo– nio de las raíces antiguas de su devoción a santa Clara. 22 Se trata del testamento otorgado ante el escribano Juan López, de Palencia, el viernes 25 de mayo de 1302 por don Alonso Martínez de Olivera, comendador mayor de León, y descendiente por línea materna de El Cid Campeador. En un inciso de dicho testamento se lee: «Item mando que digan dos años Missa cantada de requiem en el altar de Santa Clara en la dicha iglesia de San Miguel y digan dos treintenarios, que llev:en dos años su añal, por las ánimas de mis criados que murieron en las guerras de moros y cristianos, sirviendo al rey don Sancho y al rey don Femando, mis señores; y por las ánimas de criados y criadas de doña Juana, mi mujer, el qual dicho altar yo mandé hacer viniendo de bastecer de Tarifa, por mandado del rey don Fernando, mi señor. Acaesció que, estando yo en Tarifa, fueron a tierra de moros ventidós de a caballo y diez peones de mis criados a traer algún ganado. Llevólos un adalid mal cristiano, y metiólos en Algecira do los tomaron presos. Y, como los moros tomaron sabiduría dellos, otro día viniendo topé con Audalla y Marín, caudillo de Granada, con ochocientos de a caballo y quinientos peones, y con el ayuda de Dios peleé con él, con doscientos de a caballo y cien peones; y fueron los moros todos muertos y cautivos, salvo fasta ci.n.cuenta que con el caudillo salvaron, y fue día de Santa Clara, y vinieron muchas veces los míos a Santa Clara delante de la pelea.» »Itemmando que porque yo mandé quedar a Francisco Fernández de Aguilar, sobrino de doña Juana Guzmán mi mujer, en Xerez a se curar de un ojo, que aquel día le quebraron, y a restar los cautivos que quedaron en Algecira, mando que pongan las camisas de ellos en la pared de Santa Clara, y pinten en ella ese milagro que caesció. Y mando que delante de dicho altar se puedan enterrar en la dicha pared cualquiera de mis sucesores, y el dicho Francisco Femández. Por quanto yo mandé dar diez marcos de plata para la obra de la dicha iglesia, por el enterramien– to y pared de ella.» »Item mando que las dos casas y tres viñas y una tierra que yo mandé al dicho Francisco Fernández para su vida, las dexe a una capellanía, con cargo que cada semana se diga una Missa en el dicho altar por él y por las ánimas de dichos mis criados. Y que el día de Santa Clara se diga una Missa cantada, porque qued.e esta memoria para siempre jamás.» 22 Tomado de la nota de M. SALCEJX), Devoción de los próceres palentinos a Santa Clara, en la revista palentina ,<Espiga», n. 1181 (6 al 12 de agosto 1978), p. 2.

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