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98 J.MICÓ 9. 5oMEITDOS A TODA CRIATURA POR DJ:a; La cita de Pedro (1 Pe 2, 13) da pie a Francisco para expresar otro nivel en la descripción de la obediencia: la aceptación de los acontecimientos como expresión de la voluntad de Dios (1 R 16, 6). Sin embargo es en el Saludo a las Virtudes donde va desgranando los efectos de la obediencia, que confunde todos los quereres corporales y carnales, manteniendo mortificado el cuerpo para obedecer al espíri– tu, al hermano y a todos los hombres que hay en el mundo; y no sólo a los hombres, sino a todas lasbestiasy fieras, como vehículo de la voluntad de Dios (SalVir 14-18). Francisco ve en la creación destellos de la voluntad de Dios (1 R 23, 1), y toda la historia es para él una historia de salvación donde Dios actúa para liberar a los hombres de las consecuencias del pecado (Test 1). Por eso, así como todas las criaturas obedecen, a su modo, a Dios (Adm 5, 2), así también el hombre, sobre todo el que se ha comprometido con la Fraternidad a buscar la voluntad de Dios, debe recibir los acontecimientos de la vida como venidos de su mano (1 R 10, 3), tratando de colaborar para que se haga realidad la voluntad divina. Esta obediencia laudatoria a Dios en compañía de las demás criaturas, encierra unas consecuencias de respeto y valoración no sólo de las personas sino de la misma naturaleza. En este sentido podríamos decir que la obediencia franciscana además de histórica es ecológica, por cuanto ve en las criaturas una especie de sacramento de la voluntad de Dios que nos invita a ser y a dejar ser tal como Él quiere. La obediencia así entendida se convierte en una apertura confiada a Dios que cultiva la historia como lugar donde se realiza su proyecto para el hombre rodeado de las demás criaturas. Francisco sabede este amor incondicional historizado en los acontecimientos; pero también experimenta la fuerza del pecado por enturbiar este amor. Por eso recuerda la necesidad de confiar en los demás, de obedecerles, para no quedar atrapado en la propia trampa de la soledad egoísta que nos incapacitaría para vivir el Reino. 10. CONCLUSIÓN La obediencia, como los demás valores religiosos, ha tenido su inculturación a través de la historia. Describir la obediencia de Francisco supone reconocer la influencia que sobre ella tuvo el contexto sociocultural de la época. Por eso no es extraño que hoy la releamos de forma distinta, porque también son diferentes los horizontes culturales que nos rodean. Pero releerla no quiere decir ignorarla, sino descubrir su propia interioridad y su dinamismo para vivirla dentro de nuestra cultura. Hoy la obediencia ha perdido ese aspecto de sometimiento a la ley que tenía en

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