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362 Zamora La reforma tuvo lugar, en efecto, bajo los largos reinados de María Teresa (1740-1780) y de su hijo José II (1780-90, pero corre– gente desde 1765) y rebasó ampliamente la de las universidades, pues se extendió, como en parte ocurriría en :España, a la administración (1742, 1761), industria y comercio (1769, 1771), derecho civil' (1768, con abolición de la tortura en 1777), y de la misma Iglesia desde las apetencias del despotismo ilustrado. En la transformación de las universidades fueron éstas arran– cadas a la autoridad de aquélla, y convertidas en instituciones del Estado, mereciéndole atención peculiar el cultivo de las ciencias prácticas, como la medicina, cuya facultad fue reorganizada de raíz por Van Swieten de 1749 a 1753. Además, la universidad perdió su autonomía interna, al quedar controlada cada facultad por un « di– rector», que no podía provenir de su claustro y debía vigilar a los profesores. Fueron respetadas como « mayores » sólo tres universi– dades, estratégicamente situadas - Lovaina, Viena, Budapest - y las demás se vieron degradadas más o menos a la categoría de liceos. La instrucción pública tenía como hito la formación gradual de futuros funcionarios del Estado. Por ello no es extraño que éste quisiera controlarla desde las primeras letras zo_ Descendiendo a pormenores en la facultad de artes, nos parece « ejemplar » el caso de la universidad de Innsbruck, reflejo de los ideales político-culturales de la Ilustración y sus efectos, y fiel anti– cipo del sino de muchos centros docentes españoles, todavía entonces con rango de universidad. 2 ° Cf. E. BENEDIKT, Kaiser Joseph II (Wien 1947): F. MAAss, · Der Josefinismus (Wien 1951-61, 5 vals.); F. VALJAVEC, Die abendlii.ndische Aufkliirung (1961); D.R. BAMBERGER y F. MAIER-BRUCK, ósterreich-Lexilwn, Wien-MüI1chen 1966, I 305 y II 729-30. En Austria fue la universidad reformada de Viena pauta para las demás, y su facultad de medicina la que más prisas mostró por reformarse, como suce– dería en España con los médicos salmantinos. De la pintoresca situación de su facultad de artes da idea la descripción de un viajero curioso, que no en– contró entre su alumnado sino a niños o adolescentes, atentos en clase a todo menos a la lección. « Einige reckeln sich auf den Biinken; einige <losen, einige plaudern und einige gaffen umher. Schwiitzen ist nicht verboten, nur darf der Professor nicht gestort werden » - un cuadro similar al que permiten colegir para Salamanca informes de archivo. Tampoco distarían mucho los números de matriculados, después de la reforma, en las nuevas cátedras: en la de Viena aparecen 2 en la de matemáticas, pero 63 en economía política. - Cf. E. BENEDIKT, o.e. 221-22.

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