BCCCAP00000000000000000001498

La reforma de los estudios filosoficos 361 3.2.: Austria, modelo políticamente más similar Entre las grandes monarquías, la del imperio austrohúng,:iro ofrecía el paralelo más similar a la española en la reforma de las universidades, debido a múltiples semejanzas históricas que les ha– bían configurado y acercado: ambos Estados habían luchado juntos en favor de la contrarreforma, la Compañía de Jesús había ejercido notorio control en la enseñanza, el catolicismo se había convertido en santo y seña de una y otra. Es cierto que el despegue político del imperio contrastaba con el declive español. Pero ésa y otras diferencias entre ambos rei:J.os no menguan el fundamental parecido que los convertía a ambos en terreno igualmente necesitado y a la vez reacio a la reforma de la instrucción pública. En ambos sería fomentada por el soberano y su equipo de ministros « ilustrados ». Austria, empero, había sido un país, por geopolítica, mucho menos aislado que España. Ni las fronteras materiales del mar y el Perineo, ni la barrera religiosa de una Inquisición, tanto o oás infranqueable, le habían separado nunca de los principales focos de progreso en la cultura continental. Incluso algunos de éstos se hallaban situados dentro o muy próximos a sus límites territorides y en reciprocidad vital con ellos, como los Países Bajos y el Ncrte de Italia. Tales circunstancias influyeron, sin duda, en el hecho de que en el imperio la reforma precediera unos veinte años, como también en el de que algunos de sus cerebros promotores fueran oriundos de la periferia de aquél, como el holandés Van Swieten y el agustino prusiano J. I. Felbiger (1724-88), autor del plan o Methodenbuch para la enseñanza media. Que nuestros políticos estuvieran al tanto de los pasos dados en Austria lo demuestra, una vez más, la correspondencia de Cam– pomanes. En febrero de 1773 le escribía a Pombal: « Es dichoso un gobierno que sabe emplear los talentos y distinguir los que son a propósito para adelantar sólidamente las respectivas facultades. La emperatriz reina de Hungría supo apro– vechar los talentos del f amaso Van Swieten, discípulo de Boer– haave » 19 • 1 ' ACC 34/5.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz