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139 Voluntarismo en la escuela de Salamanca Espíritu LXXI (2022) ∙ n.º 163 ∙ 119-143 gar destacado. Ante esta situación, el acento lo pondrán en el bien común, como medida objetiva, que luego será aplicada a las diversas problemáticas y contextos. Así, aún en el juego de moral y ley, los autores salmantinos se identifican claramente como teólogos y, desde la misma teología —en una comprensión amplia— intentan dar respuestas objetivas y válidas. Esto, a su vez, explicaría que se ponga un acento particular en la justicia y su ade- cuada aplicación, tanto por vía jurídica como canónica, dando espacio y validez a la equidad. Igualmente explica el hecho de afrontar problemáticas complejas y que, incluso, ponían en riesgo sus propias vidas, delimitando claramente las res- ponsabilidades de cada cosa. Un ejemplo claro lo vemos en la Relectio de potestate civili , de Francisco de Vitoria, que viene considerada por Vitoria como algo independiente del pecado y de la gracia, pero donde el teólogo necesariamente ha de dar una palabra clave e, incluso, profética sobre lo que está contemplando y reflexionando. Habría que preguntarse seriamente si, cuando afrontamos cuestiones tan polémicas como la aplicación o vivencia de una línea voluntarista, no estamos haciendo las interpretaciones desde una clave un tanto descentrada y, por lo mismo, perdiendo la perspectiva adecuada, que sería la propuesta por el autor. Quizás tengan demasiado peso las reflexiones y visiones abor- dadas desde finales del siglo XIX, que no serían propiamente las de auto- res como Francisco de Vitoria o Domingo de Soto, sino las planteadas por aquellos a quienes les corresponde la tarea de recuperar o, mejor dicho, res- taurar un ideal —también intelectual— por lo que intentan hacer cuadrar, lo mejor posible, los diversos elementos. Al mismo tiempo también es posible que, en este juego de fuerzas, cada autor oriente de manera más o menos adecuada, con la intención de hacer coincidir lo que sería su interpretación personal (o institucional) con lo que defienden o sostienen los autores salmantinos del siglo XVI. Así se expli- carían ideas extraídas de su contexto original y reinterpretadas, con mayor o menor acierto. El hecho de que autores, como los anteriormente citados, pertenezcan a la escuela tomista no les impide reconocer la validez de otras; mostrándose particularmente distantes de la nominalista, pues entendían que había generado significativas fisuras en el pensamiento católico.