BCCCAP00000000000000000001495

«ADORAR AL SEÑOR DIOS» 193 Él atrae la fuerza de nuestros deseos (v. 9). Así pues, nada nos debe impedir qil'e amemos y alabemos a Dios, trimdad y unidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo (v. 10), ya que ante el acercamiento hasta nosotros de Dios como amor no cabe otra respuesta que el amor hecho agradeci– miento y alabanza. De este modo al menos entendió Francisco la oración como una respuesta al amor de Dios. b) La oración privada En [a oración privada es donde se descubre el auténtico Francisco como orante. La posibilidad que le ofrecía esta forma de oración libe– raba toda su potencialidad creativa a la hora de materializar su encuen– tro con Dios. En estas situaciones espontáneas es donde ·emerge y se mamfiesta lo más profundo de Francisco; aquello que le constituye y lo configura como hombre ele Dios y para Dios. Este 'nombre que s·e descubre relativo y abre el corazón a su Señor lo hace desde su misma estructura culturaL La religiosidad popular le facilitó una imagen ele Dios que condicionaba también su respuesta y apertura a Él. Los distintos posos culturales que yacían ·en el fondo de la religiosidad medieval hacían de la oración del pueblo algo más de lo que entendían los teólogos por tal. Bien es verdad que sabemos muy poco, por 1.10 decir nada, de la auténtica oración del pueblo llano en el medioevo. Al no tener ni capacidad ni posibilidad de transmitir por escrito sus experiencias, sólo nos ha llegado lo que de ellos es,cribieron los clérigos, la mayoría de las veces para desautorizarlas y prohibirlas. Cuando buscamos en Francisco esta raíz popular de su oración, difícii– mente la encontraremos en sus Escritos, por cuanto éstos corresponden a u.na etapa avanzada de su vida y, sin pretenderlo, mantienen cierta oficialidad. Es más bien en las biografías donde aparecen, espontáneos, estos n,sgos arcaicos de su personalidad popular. La obsesión por comu– nicar y compartir su experiencia evangélica con todos, especialmente con la gente llana, permite que afloren estas vivencias profundas al contacto con las formas de orar que tiene el pueblo. Francisco escribió un número considerable de textos que pertenecen al género literario y a la estructura de la «oración». Aunque todos ellos poseen una inspiración litúrgica, sin embargo difieren bastante en cuanto a la form:i. Se dan oraciones propiament·e dichas (Oficio de la Pasión; Carta a toda la Orden, 50-52; 1 R 23), alabanzas a D10s (Exhortación a la alaba,nza ,de Dios; Alabanzas al Dios Altísimo), himnos, ,poesías (Saludo a la bienaventurnda Virgen María; Saludo a las Virtudes; Cántico de las criaturas). El desconocimiento que tenemos de la literatura devocional que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz