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LA POBREZA PRAI'1CISCANA 19 El miedo a tener que vivir en medio de una pobreza desarraigada, condicionaba la interpretación del seguimiento de Cristo pobre, espiritualizándolo hasta límites incomprensibles. La interpretación que hacen los pauperistas es que la donación que nos hace Dios de su propio Hijo -una donación en pobreza-, no puede ser acogida sino desde la misma pobreza material. El acercamiento de Dios a los pobres, a través de Jesús, sólo puede ser percibido cuando se partici– pa de la misma pobreza que sufren los destinatarios. En una palabra, el misterio de la «kénosis» o empobrecimiento de Dios se vive efecti– vamente cuando se sigue desnudo al Cristo desnudo. El vocabulario de Francisco al hablar sobre la pobreza es el utilizado comúnmente en la espiritualidad de su tiempo. Un vocabu– lario rico en matices, que indica, por una parte, su sensibilidad hacia este valor -y, al mismo tiempo, problema-, mientras que, por otra parte, sorprende a nuestra visión plana y simplista del tema. Los términos «pobre» y «pobreza» indican, en general, la carencia de bienes o valores; mientras que «apropiarse», «retener» y «atesorar» se refieren a la actitud de poseer algo que no le corresponde. Por el contrario, «exaltar», «gloriarse» y «atribuir» reflejan la voluntad de atribuir o referir los propios valores no al hombre sino al que es fuente y dador de ellos. «Pertenecer», «poseer» y «tener» nos ofrecen el significado de la propiedad; justamente lo contrario de «abandonar», «perder» y «desprecian>. «Codicia», «avaricia», «cuidado y soliótud» indican el afán desmesurado por las cosas; mientras que «dar» y ,,devolver:.; son una restitución agradecida de lo que se considera un don. Por último, «humildad» expresa la vertiente profunda de la pobreza, que da sentido y consistencia al prescindir de cosas. La utilización de estos vocablos es progresiva, como progresiva y dinámica es también su concepción de la pobreza a lo largo de su itinerario espiritual. Por tratarse de una respuesta existencial a la propuesta salvadora de Dios manifestada en Jesús, presente en la historia, la pobreza se viste de formas diversas según lo requieren los acontecimientos. A través del proceso de consolidación de la Fraterni– dad, pasando de ser un movimiento itinerante a una orden religiosa asentada en conventos, la pobreza va tomando en Francisco matices distintos, con el fin de seguir siendo fiel al Cristo pobre y desnudo que se le ofrece como ejemplo. a) Una pobreza itinerante La pobreza material de Francisco y de la Fraternidad primitiva está determinada por su talante de itinerancia y desarraigo. El

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