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14 J. MICÓ relegados a la marginalidad. Aunque la mayoría de ellos desaparecieron pronto, sin embargo marcaron en la Iglesia una impronta de responsabili– dad laica en la vivencia del Evangelio desde la pobreza, que condicionó e hizo posible la aparición e integración del movimiento franciscano dentro de la estructura eclesial. II. LA POBREZA EN FRANCISCO DE ASÍS A la hora de optar por un determinado tipo de vida religiosa dentro de la Iglesia, Francisco se encuentra en una relación de continuidad, y no de antítesis, con la tradición de los movimientos laicos populares, mientras que desecha muy conscientemente la tra– dición monástica y canonical. Al tomar como norma de vida el texto evangélico de la misión de los Apóstoles, estaba optando por vivir «según la forma del santo Evangelio», propia de los movimientos pauperísticos, en vez de «se– gún la forma de la Iglesia primitiva», que era más propia de la tradición monástica. Pero fue, posiblemente, la corriente eremítica itinerante la que mayor influjo tuvo en la experiencia espiritual de Francisco. No sabemos si tuvo una relación directa con otros grupos pauperísticos; pero la posibilidad de que se encontrara con ellos y los conociera es bastante grande si tenemos en cuenta que la Umbría era paso obligado para llegar a Roma. De todos modos, aunque no hubie– ra sido así, estaba en el ambiente que una opción seria por el Evange– lio, como fue la de Francisco, no podía realizarse sino desde la pobreza. La única forma de acompañar a Cristo era seguirle en su pobreza y desnudez. La imagen pauperística de Cristo que Francisco se había formado estaba tomada, principalmente, del Jesús histórico que aparece en los sinópticos. Pero el Cristo pobre, peregrino y mendicante de Fran– cisco se debe también a otras corrientes de espiritualidad evangélica, sin excluir las heterodoxas, que precedieron y acompañaron su expe– riencia. Un ejemplo de ello es la imagen de Cristo «mendicante», que no aparece en los Evangelios, y cuya creación obedece a la situación concreta de pobreza y mendicidad del mundo religioso medieval. Para descubrir cómo llegó Francisco a esta imagen evangélica habría que estudiar la hagiografía, la iconografía, la propaganda religiosa, así como su posible relación con movimientos pauperísticos. Lo que está fuera de toda duda es que el grupo de Francisco aparece como un movimiento pauperístico laical, cuya función en la Iglesia es

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