BCCCAP00000000000000000001493

CARLOS BAZARRA, OFMCap ANTROPOLOGÍA DE LA POBREZA FRANCISCANA Naturaleza y Gracia 51 (2004) 871-881. Las bienaventuranzas de Mateo y de Lucas han dado lugar a un intento de doble lectura. Algunos pretendieron ver en los «pobres de espíritu» una actitud espiritualista compatible con la riqueza, mientras que en la expresión de Lucas se hablaría únicamente de carencia de bienes materiales. Hoy la interpretación común no ve en los dos textos contraposición sino comple– rnento.1 En la Teología de la Liberación fundamentalmente se tenía en cuenta la dimensión económica. Pero hoy se intenta recuperar la dimensión antropo– lógica. Los numerosos y crecientes compromisos con los pobre1, nos Izan hecho percibir mejor la enorme complejidad de su mundo. Ésta Iza sido, en cuanto a nosotros, la experiencia más importante de estos a11os. Se trata en realidad de un verdadero universo e11 t'l que el aspecto socio-económico con safundammtal, no es el único ... La pobreza no consiste sólo en carencias. El pobre tíene muchas veces una cultura con sus propios milores; ser pobre es un modo de uivír, de pensar, de amar, de orar, de creer y esperar, de pasar el tiempo libre, de luchar por la vida. 2 En Colombia se ha publicado un libro de Federico Carrasquilla que ilumi– na este concepto antropológico del pobre, considerando la existencia del pobre corno un rnisterio. 3 En esta perspectiva, la opción por los pobres no pretende sólo eliminar las carencias sino principalmente asumir la cosmovisión de los pobres. Es un desafío espiritual sin olvidar lo sociológico. 1 J. J1REMiAS, Teología del Nuevo Testamento (Salamanca 1974) 138. J. DurONT, Les Béatitudes (París 1969) 216. e G. GmrtRREZ, Teología de la Liberación (Salamanca 1994) 22-23. ·' F. CARRASQUILLA, La otra riqueza. /1portes para una antropología del pobre (Mcdellín 1997).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz