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292 RUFINO M. GRÁNDEZ El cuerpo del difunto fue trasladado al cementerio Verano de Roma, donde unos hermanos capuchinos son los encargados de la basílica de San Lorenzo y prestan su servicio espiritual. Muy cerca del ábside de la basílica hay una severa y hermosa torre de piedra, de siglos pasados, que tiene una inscripción: Sepulcrum Capuccinorum. Esta torre acababa de ser restaurada por la Curia general. Aquí, pasado un tiempo de espera por trámites burocráticos, fue enterrado nuestro hermano el padre Lázaro Iriarte de Aspurz. ¡Cristo Jesús lo tenga consigo para siempre! A Él todo honor y toda gloria, a Él nuestro amor.

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