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282 RUFINO M. GRÁNDEZ -completado luego cuando tuve que dar el curso bienal sobre la espirituali– dad de la Santa en el Instituto Franciscano de Espiritualidad, para comunicar a los demás mi entusiasmo sincero por la Hermana Clara-, sino que me ayudó a enriquecer mi identidad franciscana y capuchina, en una dimensión que me resultó en gran parte inédita.» La entrevista se concluía con estas palabras: «Sólo quiero añadir que doy gracias al Señor por los dos largos decenios en que me tocó ejercer, por delegación del padre general, el servicio de la asistencia a las hermanas capu– chinas de todo el mundo. Puse en ello lo mejor de mi buena voluntad; hubo que trabajar, y aun luchar, pero fue una tarea que me dio hermosas satisfaccio– nes, y me hizo aprender mucho. Aprendí a tener fe en la misión contemplativa de mis hermanas claustrales, no obstante ciertos desengaños y no obstante el pesimismo con que en el viejo mundo se ve la crisis actual de la vocaciones. Estoy persuadido de que la Hermana Clara sigue irradiando luz y santidad como lo hizo ella desde su retiro de San Damián.» Estas cosas escribía el padre Lázaro con fecha de 28 de enero de 1993. Trataremos de sintetizar lo que pueden ser epígrafes de un gran capítulo. l. Como delegado del padre General en el «Officium Assistentiae pro Monialibus et pro Institutis Ordini aggregatis», al punto comenzó a publicar el boletín Pax et Bonum, que se editó en varias lenguas, verdadero lazo de unión de las capuchinas en los momentos decisivos de su renovación conciliar. Al terminar el padre Lázaro su mandato habían aparecido ochenta y siete nú– meros. 2. Fue el padre Lázaro el alma de las nuevas Constituciones, aprobadas ad experimentum en 1976 y de modo definitivo en 1986. El padre Lázaro escribió un comentario a las nuevas Constituciones. Paralelo a las Constituciones se hizo el nuevo rito de la profesión: Ritual romano-seráfico de la profesión religiosa para las monjas de la Orden de santa Clara y de la Tercera Orden Regular (1978), en el que intervinieron conventuales, franciscanos, capuchinos y Tercera Orden Regular. 3. Mérito del todo singular del padre Lázaro es la promoción de santa Verónica Giuliani. En la nueva edición del voluminoso diario de la santa (un total de 6.000 páginas) a él se debe la preparación, con sus introducciones y notas, de los últimos volúmenes: V (con A. Felice), VI y VII. El padre Lázaro preparó, primero en italiano, luego en castellano: Santa Verónica Giuliani, Experiencia y doctrina mística (BAC 516; año 1991), con una introducción de suma importancia (pp. 3-51), según la presentación del cardenal Pietro Palazzini. Se fue caldeando el ambiente espiritual en torno a la figura de la santa

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