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SEMBLANZA DEL P. LÁZARO IRIARTE (1913-1997) 281 y participando en momentos significados de la Orden. Así en los consejos plenarios, a veces con su respectiva ponencia: Quito (1971), Taizé (1973), Mattli (1978), Lublin (1992). Para la preparación del VI CPO (Consejo Plenario de la Orden), que se celebrará este año de 1998 se le había pedido dos trabajos, ya entregados: «Vivere del proprio lavoro» (18 pp.), «Il ricorso alla mensa del Signare: la questua [la mendicación] nell'intezione di Francesco e nella storia dell'Ordine» (10 pp.). El año 1978 se publicaba en la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) el nuevo volumen de las Fuentes Franciscanas, es decir: San Francisco de Asís: Escritos, Biografías, Documentos de la época, edición dirigida por José Antonio Guerra. Este libro ha sido muy importante como vademecum de los estudiosos de vida franciscana en el área de la lengua castellana. En el equipo de autores figura el hermano Lázaro lriarte que se ocupó de las introducciones en la sección de Biografía y Documentos, aparte de la traducción de las Florecillas y Consideraciones sobre las Uagas. De aquí se lanzó a una edición propia para la Editorial Asís (librería San Lorenzo, Valencia) de los Escritos de San Francisco y Santa Clara de Asís, pulcra publicación que se hacía con motivo del VIII Centenario del Nacimiento de san Francisco de Asís (1182-1982). A los cuidados del padre José Gabriel Francés, franciscano de la provincia de Valencia, director y alma de esta editorial y librería, iba dirigida una obra póstuma del padre Lázaro: Ocho días a la escucha de la Palabra bajo la guía de Francisco y Clara (137 pp.). EL PADRE LÁZARO Y LAS CLARISAS CAPUCHINAS Este es todo un capítulo de la vida del padre Lázaro, capítulo inmenso lleno de bendiciones y merecimientos. Sección que merece una especial mono– grafía. La investigadora o el investigador que haya de meterse por esta selva se quedará abrumada o abrumado si tiene que indagar en todos los «cassetoni» del Archivo General de la Orden destinados a la sección Capuchinas. «Mi conocimiento de santa Clara -decía el P. Lázaro en una entrevista que le hacía el P. Jesús María Bezunartea con motivo del centenario de santa Clara (1993)- era muy limitado hasta que comencé a estudiar el franciscanismo y, sobre todo, hasta que recibí el encargo de delegado del ministro general para las capuchinas. Fue entonces cuando escribí para ellas, y para todas las clarisas, primero en el Boletín del Oficio de Asistencia, y luego como libro Letra y espíritu de la Regla de santa Clara. No sólo me sirvió este estudio personalmente