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SEMBLANZA DEL P. LÁZARO IRIARTE (1913-1997) 279 nombramientos sucesivos. El 4 de diciembre de 1965 es agregado al Secretaria– do General de Formación. El 2 de enero de 1968 es nombrado «perito» para el capítulo general especial convocado para la renovación de las Constituciones, y en calidad de tal participa en dicho capítulo, que dio comienzo el 19 de agosto de aquel año. De este capítulo nació el primer texto de las Constitucio– nes renovadas. Luego participó en otros dos capítulos generales como delega– do provincial, en el capítulo de 1970 y en el de 1982. En 1970 fue elegido definidor general para el sexenio de 1970-1976. Esta– ban en el mismo definitorio dos franciscanistas ilustres: Optato van Asseldonk y Lázaro Iriarte. Los dos, sin haberse puesto de acuerdo previamente, sin haber trabajado en las mismas comisiones, llegaron a los mismos enfoques. En este momento del giro de la Orden al aire del Concilio, la urgencia suma era recuperar la inspiración franciscana volviendo al «espíritu del Señor y su santa operación», texto de san Francisco que sorprendentemente se cita siete veces en las Constituciones. Recuérdese lo que entonces se escribió desde el definito– rio sobre la interpretación espiritual de la Regla, unas anotaciones del ministro general con el refrendo del definitorio «circa veram et genuinam Regulae observantiam secundum spíritum sanctí Francisci» (1972). En esta línea escribió el padre Lázaro el artículo «Lo que san Francisco hubiera querido decir en la Regla» (1976), y en esta línea de retorno al Espíritu está la colección de diecisiete artículos del padre Lázaro del libro Temí di vita francescana (448 pp.), editado por el Colegio Internacional S. Lorenzo da Brindisi (año 1987) y prologado por el padre Optato. En la misma dirección finalmente el comenta– rio que escribió sobre la Regla de santa Clara: Letra y espíritu de la regla de santa Clara (1975). En este sexenio comenzaron las cartas conjuntas de los ministros generales de la familia franciscana, iniciativa surgida en nuestro definitorio general. La primera fue Incipiamus, fratres; la segunda se titulaba Habere Spiritum Domini (19 marzo 1977). Aparecía ésta concluido el sexenio de los hermanos Optato y Lázaro, pero se había trabajado anteriormente. Al llegar el VIII centenario del Nacimiento de san Francisco (1982) los ministros generales escribieron una hermosa carta-mensaje (Yo cumplí mi tarea, el Señor os enseñe la vuestra), firmada en Pascua de 1981, también en este caso por la presidenta de la Orden Franciscana Seglar. Una comisión de cuatro miembros por parte de las cuatro familias se encargó de preparar el borrador; por parte de nuestra Orden estaba el padre Lázaro. En suma, la aportación ideológica más sustancial que ha hecho el padre Lázaro en la renovación de la Orden estos años ha sido ésta de actualizar a Francisco desde el Espíritu. Es el Espíritu que da vida, recuerda san Francisco en la Admonición 7.

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