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208 LÁZARO IRJARTE mundial del año 2000 de la era cristiana, se reúnan en Belén los jefes supremos de las tres religiones que creen en el mismo Dios: cristianos, hebreos y musul– manes. Esperamos que la idea se convierta en bella realidad y que desde la cuna de David y de Jesús, hijo de David, Príncipe de la Paz, llegue al mundo entero la consigna de inaugurar el tercer milenio como el nacer de una nueva era de humanidad adulta, en que sea posible la convivencia pacífica de los pueblos. En la muralla de la ciudad de Asís, junto a una de las antiguas puertas, hay una lápida que recuerda el gemelaje pactado entre el municipio de Belén y el de Asís el año 1989. De modo semejante-si se permite el parangón-a como la pequeña Belén podía competir con las grandes ciudades de Judá por haber sido destinada a ser la cuna del Mesías (Mt 2,6), la pequeña ciudad umbra mereció ser celebrada por Dante como el lugar afortunado donde «nació en el mundo un sol»; es bien conocido el terceto que, traducido, dice: «Quien de ese lugar quiera hacer mención no diga Asís, que se quedaría corto: diga Oriente si quiere hablar con propiedad» (Par XI, 52-54). La dualidad Asís-Belén adquiriría niveles míticos en la literatura franciscana al presentar a Francisco como alter Christus, acumulando más y más «confor– midades» entre Cristo y su perfecto imitador. Si es verdad que los caminos del perdón y de la paz confluyen en Roma, también podemos decir que esos caminos pasan por Asís. El próximo Año Santo se anuncia como una nueva oportunidad para la ciudad de Francisco y de Clara de sentirse Oriente, reclamo de las rutas de la paz, como lo está siendo a ritmo ascendente. ACTUALIZAR EL MENSAJE FRANCISCANO El fermento evangélico, suscitado por Francisco y perpetuado por sus seguidores desde hace ocho siglos, ha hecho sentir su beneficio en el segundo milenio, en medio de vicisitudes alternas, unas luminosas, otras penosas. Al llegar a su término, la familia franciscana, corno todo el cuerpo de la Iglesia, se halla en pleno vigor, al menos desde el punto de vista institucionat debilitada en el viejo continente por la disminución de las vocaciones, pero con un futuro espléndido en tantos países que hasta hace poco eran conocidos corno tierra de misión. Francisco de Asís es actualísirno corno nunca, su proyecto de vida es hoy más y mejor conocido que en tiempos pasados, y ha sido asimilado y traducido

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