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ALGUNOS RASGOS TÍPICOS DE LA ESPIRITUALIDAD DE FRANCISCO... Salmo 87 Salmo 95 Salmo 108 Salmo 141 Lamento en la extrema aflicción. Yahvé, rey y juez. Llamada a la venganza divina. Oración de un perseguido. 131 Mirando sobre estos veintiún salmos, sin entrar en mayores detalles, ve– mos en seguida que hay tres temas que resumen la trama de esta primera parte del Oficio sobre la experiencia de Cristo en su pasión y glorificación, a saber, diez salmos son de oración en la necesidad, dieciséis hacen referencia a un estado y necesidad y siete tienen como tema básico la alabanza y la esperanza. En otras palabras, estos salmos nos proyectan la imagen de Jesucristo, Siervo de Yahvé, que en su situación atribulada acude a Dios con esperanza y cuyo auxilio alaba. Los dos salmos más frecuentemente citados -veintiuno y sesenta y ocho- nos ofrecen precisamente estos tres momentos de sufrimiento, de súplica y de esperanza. Mientras que el siguiente salmo en frecuencia de citación es un salmo de invitación a cantar la gloria de Yahvé, rey y juez. 2. Temática en la composición final de Francisco Salmo I: Este salmo, que se abre con un grito de llamada de Dios de parte de uno que entre lágrimas expresa su dolor y su angustia a Dios (v. 1), describe la razón de esta situación interior en los versículos siguientes (v. 2-4) para con más fuerza y más confianza clamar a Dios dirigiéndose a Él como Padre y Rey (v. 5). El dolor alcanza nuevos y más altos niveles al recordar que sus enemigos le acosan y sus amigos, parientes y conocidos le abandonan (v. 6-8), por ello un nuevo grito al «Padre santo», a quien apremia a venir en su auxilio (v. 9-10). Este salmo representaría la situación agónica de Cristo en Getsemaní y su oración al Padre. Cristo se dirige a Dios con la confianza de un hijo - llamándole Padre- a quien reconoce en una dimensión de grandeza y trans– cendencia -llamándole Santo-y en una dimensión de poder sobre todos los agentes del bien y del mal que le rodean -rey del cielo y de la tierra-.11 «Francisco revela aquí una extraordinaria fuerza introspectiva al captar los sufrimientos interiores del Redentor, su indecible desengaño y tristeza, sus escalofríos de horror frente a la inminente pasión y su total abandono en la ayuda del Padre celestial.» 12 11 Th. MATURA, «"Mi Pater Sancte". Dios como Padre en los Escritos de san Francisco», en Sel Fran 39 (1984) 377. 12 O. ScttMUCKI, «El "Oficio de la Pasión" ... », p. 500.