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142 JESÚS M. ª BEZUNARTEA Siguiendo a Jesucristo, el Hijo por excelencia del Padre, el discípulo -así Francisco- entra en una nueva relación con Dios, como hijo y en una herman– dad universal de todos los hombres con Jesucristo, que en Francisco alcanza niveles de profundidad extraordinaria, como nos lo muestra -por citar un ejemplo típico- su famoso e inspirado «Cántico del Hermano Sol». 36 Anteriormente hemos hecho alusión a la relación de Francisco con Jesu– cristo, expresada no ya en una imitación más o menos perfecta, sino en una identificación con Él, en un tener sus mismos sentimientos -usando el len– guaje de Pablo (Fil 2, 5)-y hacer sus mismas obras (Jn 14, 12), como lo expresa san Buenaventura: «Elevándose, pues, a Dios a impulsos del ardor seráfico de sus deseos y transformado por su tierna compasión en Aquel que a causa de su extremada caridad, quiso ser crucificado... » (LM 13, 3). Podemos pues comprender que si Jesucristo es el camino hacia el Padre (Jn 14,6), no podemos menos de concluir que Francisco tuvo una percepción profunda de Dios como Padre, pero sobre todo una experiencia profunda de Dios como Padre. Es necesario, pues, revisar la visión cristocéntrica de Francisco para darle el justo marco teológico, viéndolo en relación al misterio del Dios trinitario, centro de la fe y piedad cristianas y de la fe y piedad de Francisco, de manera que Jesús, si lo es todo para Francisco (2 Cel 12), lo sea como «camino, verdad y vida», que le conduce e introduce en el Padre. 37 Finalmente, podemos concluir que de la teología trinitaria de Francisco se deduce que el Dios que él confiesa y celebra no es un Dios abstracto o imperso– nal, sino un Dios Padre-Hijo-Espíritu Santo, que se revela como «creador, redentor, consolador y salvador nuestro» (ParPN 1). Por otra parte, en el misterio trinitario, el centro y polo absoluto es el Padre, cuyo nombre Jesu– cristo nos lo ha manifestado (1 R 22, 41). 38 36 J. HARDING, «Saint Francis and the Fatherhood of God», in The Cord 35 (1985), p. 240. 37 Th. MATURA, «"Mi Pater Sancte". Dios como Padre... », 397. 38 Th. MATURA, «"Mi Pater Sancte". Dios como Padre... », 387.

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