BCCCAP00000000000000000001482

ALGUNOS RASGOS TÍPICOS DE LA ESPIRITUALIDAD DE FRANCISCO... 137 ¡Oh, Dios! (v. 10) (aquí, aunque el nombre sea del original, es propio de Francisco el aplicarlo a Jesucristo expresamente). Oración (como conclusión del oficio): Señor Dios vivo y verdadero. CONCLUSIONES: l. El nombre de Dios aparece veintidós veces, de las cuales nueve se menciona simplemente el nombre de Dios, cinco veces se dice Mi Dios, dos veces Señor Dios, cuatro veces Dios de mi salvación, una vez Señor Dios de Israel, una vez Señor, Dios vivo y verdadero. 2. Once veces aparece el nombre de Padre aplicado a Dios en estos siete salmos (excluyendo el «Gloria al Padre... »), de las cuales cuatro veces se dice Padre Santo, tres veces Santísimo Padre mío, una vez Santo Padre mío, una vez Mi Padre Santísimo, una vez Santísimo Padre del cielo, una vez Santísimo Padre en los cielos. 3. El nombre del Señor aparece usado diecisiete veces y una en la oración. De las dieciocho veces, once se usa sin ningún otro atributo inmediato, y de estas once veces no se aplica a Jesucristo; cinco veces se usa Señor Dios de mi salvación, una vez Señor Dios (en la oración), y una vez Señor Dios de Israel, y una Señor Dios vivo y verdadero. 4. El nombre de Rey aplicado a Dios aparece seis veces, de las cuales dos se usa como Mi Rey y mi Dios, una vez como Rey del cielo y de la tierra, una vez como Rey terrible y grande, una vez Nuestro Rey desde antes de los siglos, una vez implícitamente aplicado a Cristo en la expresión «el Señor ha reinado desde el madero». 5. También se aplica una vez a Dios el nombre de bienhechor, o al menos la función de bienhechor, según las traducciones. 6. Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos estos nombres y atributos de Dios son puestos en boca de Jesús, ya que los cinco primeros salmos y parte del sexto (v. 1-13) son oración y discurso de Jesús, mientras que el resto, a saber, el salmo VI, 14-16, y el salmo VII son discurso y oración de la Iglesia, juntamente con la oración que se dice al final de la salmodia. 7. De todos estos nombres; vamos a considerar con más atención el nombre de Dios como Padre. 1