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88 SERGIO RAlvfÍREZ GONZÁLEZ ftco S. Prancesco, scritta da S. Bonaventura 2 • Sin ningún tipo de dudas, el volumen de referencia se presenta como una obra única en su género, por lo que supone de especial en la interpretación de los textos bonaventurianos, amén de la calidad artística y estética mostrada en los grabados que se le añaden. Contenido aparte, es de resaltar la relativa rareza de la edición y la escasez de volúmenes originales que se han conservado en España. Tanto es así, que hasta el momento sólo se conoce el existente en una colección privada de la ciudad de Málaga3, justa– mente el que hemos utilizado para acometer el presente trabajo. Más numerosa, como viene a ser lógico, es la presencia de esta edición fuera de nuestro terri– torio, en especial a lo largo y ancho de la geografía italiana. Cabrían destacarse, entre otros, los ejemplares custodiados en las bibliotecas del Convento di S. Giuliano (L'Aquila), Citta di Arezzo, Comunale dell'Archiginnasio (Bologna), Antoniana (Padova), Comunale Ariostea (Ferrara), Statalc del Monumento Na– zionale di Montecassino (Cassino), Nazionale Braidense (Milano), Estense Uni– versitaria (Modena), Nazionale Vittorio Emanuelle III (Napoli), Convento dei frati Cappuccini (Padova), Comunale (Foligno), Monastero benedettino Santa Caterina di Alessandria (Cittaducale), Casanatense (Roma), Musco franciscano de los Capuchinos en Roma (tres ejemplares), Pontificia Universidad Antonia– num (Roma), Capitolare Laurenziana (Chiavenna), Nazionale Marciana (Ve– nezia), Archivio provinciale dei frati minori Cappuccini (Mcstrc) y Archivio Musco (Bassano del Grappa). Poco puede añadirse, a estas alturas, de la relevancia de la obra en cuestión y de la trascendental figura de su autor, san Buenaventura. De todos es sabido, que el Doctor Seráfico nació en 1217 en la ciudad de Bagnoregio y que su infancia estuvo marcada por la curación milagrosa producida mediante la inter– cesión de san Francisco 4 • En los años 1235-1243 se encuentra ya en París como 2 Quisiera mostrar mi más sincero agradecimiento a Servus Gieben OFMCap y Leonhard Lehmann OFMCap por las sugerencias y precisiones científicas recibidas sobre el tema en cuestión. Asimismo, a Alfonso Ramírez Peralbo OFMCap, por las gestiones realizadas para que este artículo pueda ver la luz, y al Dr. Juan Antonio Sánchez López - Profesor Titular de la Universidad de Málaga (España) - por sus siempre acertados consejos concernientes al tema tratado. - B. H. Grand Ruiz, El tiempo en la Edad A1.edia, t. II: .,,Írabesy judíos, Tomás de Aq11ino, Buenaventura, Duns Scot, Occam, JJckhard, Buenos Aires 1986; C. de Villarrin, San Francisco en la "Leyenda" de san Buenaventura (ensqyo de psicología religiosa), en &jl~jos 9 (1949) 133-144. 3 En el momento de la investigación, el libro de referencia se halla en un aceptable estado de conservación, aunque algunas de las páginas están sueltas y con perceptibles man– chas de tinta y humedad. La encuadernación es en piel y lleva manuscrito el título en el lomo. 4 S. M. Pellegrini, San Bonaventura nella sua cittd, Bagnoregio 1973, 17-70.