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LOS CAPUCHINOS CASTELLANOS EN LA EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA 479 Venezuela, con unas obligaciones precisas y una financiación abultada– mente mezquina, sorprendente y pertinaz. Tres años después se reciben las parroquias e Tucupita y Villa del Rosario como bases de las misiones pró– ximas a fundar. Al año siguiente la provincia nombra un Visitador y Comi– sario para la Custodia a un exprovincial, pensándose que éste tiene más entidad para acelerar el proceso de fundación de las Misiones. Misión de Venezuela. Puerto Rico y Cuba, 1919-1925 Con el mismo fin el estado jurídico de Custodia a Misión, volviéndose a la situación de 1891. El Visitador y Comisario, exprovincial y Primer De– finidor, pasa a ser Superior Regular (en 1921). Finalmente en 1922 se crea civilmente la Misión del Carona, que se erige canónicamente como Vica– riato, "con un territorio separado de toda otra jurisdicción". Tiene 147.000 km 2 • Misión de Venezuela. Puerto Rico y Cuba, 1937-1955 Los frailes isleños consiguen desgajar de Venezuela sus casas para for– mar una nueva circunscripción con el fin de dar más operatividad a sus desvelos. Ambas circunscripciones siguen perteneciendo a Castilla. Pero en 1930 las casas de Puerto Rico pasan a la Provincia de Pensilvania y las de Cuba regresan a Venezuela. Custodia de Venezuela y Cuba, 1937-1955 Por disposición del Padre General la Misión de Venezuela y Cuba se ha de entender en sentido alto, donde no se aplica el Estatuto de Misiones. Para evitar confusiones con la Misión del Carona, la Región Central vuel– ve a la denominación de Custodia de Venezuela y Cuba. En esos últimos años se aceptaron parroquias en Mene Grande, Zaraza y Tocuyo. Mene Grande, campo petrolero, en un año nos puso dos frailes enfermos. Se de– jó porque la población flotante no presentaba condiciones para un aposto– lado duradero. En Zaraza permanecimos 8 años. Carecía de infraestruc– turas para la vida fraterna. El Tucuyo y las parroquias cercanas que se le agregaron, a pesar de los recuerdos históricos franciscanos, se dejó ante la cercanía de la fundación de Barquisimeto. El pueblo fiel de Barquisimeto, exigió en "nombre de la Divina Pasto– ra" de la que es gran devoto, la presencia de los capuchinos en su ciudad. El obispo les concedió la Parroquia de Altagracia. La Orden construyó la

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