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LOS CAPUCHINOS CASTELLANOS EN LA EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA 491 metodología inadaptada que copa acríticamente la de los seminarios pe– ninsulares. Con la experiencia acumulada, se cambia de orientación: a los aspirantes se les exige ahora haber terminado su bachillerato. Hacen su postulando en Machiques y se les envía a Colombia a cursar los estudios eclesiásticos. Más adelante concentramos la Pastoral Vocacional en Maca– racuay y luego en La Pastora. Después de diversos avatares, marchas y contramarchas, las casas de formación se decantaron así: Postulando en Cavanayen y Noviciado en Santa Elena, Misión del Carona; Filosofía en La Pastora y Teología en La Merced, ambas en Caracas. En estas casas se insiste sobre todo en la formación espiritual franciscana. Los estudios aca– démicos se cursan en el ITER. Este estado de búsqueda continuo nos in– dica la decisión constante de superar errores y de mejorar métodos sin es– catimar gastos y esfuerzos, así como las dificultades graves por las que atraviesan las vocaciones consagradas enAmérica: otro mundo, otra sensi– bilidad, otra cosmovisión. A pesar de todo, vamos avanzando lentamente. Este año pasado se ordenaron tres hermanos. Esperamos otras próximas ordenaciones. Algunos estudiantes han optado por la vida religiosa no cle– rical. En cambio, un hermano no clérigo culminó sus estudios en un semi– nario para vocaciones adultas y se ordenó hace unos meses. De esta forma y con la ayuda de Dios, esperamos que la presencia capuchina se enraíce en suelo venezolano, quizá menos numerosa, pero más autóctona y encar– nada. Actualmente, de las 64 residencias fundadas o recibidas, aún ocupamos 27, clasificadas de la siguiente manera: Parroquias y/o Centros Misionales 20 Residencias no misionales 4 Residencias misionales 3 A esta presencia estable podemos añadir la temporal de los equipos que recorrieron diversas naciones suramericanas en misiones populares, la de los Hermanos en Méjico ejerciendo la Pastoral Bíblica, la de los Her– manos prestados a Santo Domingo, la del Hermano Coordinador del nue– vo Instituto de Espiritualidad en Colombia y la de los que se desplazan a Venezuela para realizar sus estudios históricos y etnológicos, con cierta re– gularidad periódica. De esta forma, los Hermanos Capuchinos de Castilla que han evangelizado a América desde 1891 alcanzan fácilmente la cota de 450. Hoy somos 76, de los cuales 13 son de origen venezolano. Somos mayores de 50 años, menores de 50 años, menores de 40 años, menores de 30 años, 52 frailes con un 69% 24 frailes con un 31 % 12 frailes con un 15 % 5 frailes con un 6 %

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