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MISIÓN DE LOS CAPUCHINOS ANDALUCES EN VENEZUELA 443 Respecto a las naciones de indios de los Llanos, escribe el P. Zaragoza en 1690: "...Es preciso advertir que los indios guamonteyes, pocos guaricos y otras naciones de que se componen las poblaciones que está a nuestro cargo, y las demás que se hallan en los Llanos de esta Provincia hasta el río Orinoco e is– las de Apure, que son innumerables y diferentes naciones, son todos los más inútiles, bárbaros y brutos de cuantas naciones hay en toda estaAmérica..." 35 Entre estos indios, además de la embriaguez, la poligamia es la costum– bre más generalizada, en opinión de Olivares: "Tienen todas las mujeres que pueden agregar, sin que entre ellos se guarde formalidad ni ceremonia de matrimonio" 36 . "Los vicios dominantes en ambos sexos -dice por su parte el P. Caracas– son la embriaguez, el robo, la desconfianza, el interés, la duplicidad de ánimo o falta de sinceridad, porque aunque parecen si es, proceden con mucha ma– licia y cautela" 37_ "Igualmente son muy holgazanes, y por eso muy inclinados al robo; pero aprenden a trabajar y hacen buenas labranzas, especialmente de maíz y yuca como el Padre los anima con su doctrina y ejemplo, y les provea de la herra– mienta necesaria" 1s. El mismo vicio encuentra en ellos Olivares: "Son muy flojos, perezosos y haraganes, muy dados a la ociosidad, muy amantes de la libertad, como fiera de los montes, por cuya causa se originan sus repetidas fugas, que hacen de las misiones, en queriendo apurarlos un po– co, para que siembren lo que tienen ellos mismos de comer" 39 • Y con toda seriedad añade el P. Zaragoza: "...Siendo en tanta manera su inutilidad y flojedad, que por no subirse a los árboles a coger sus frutas que usan, los cortan por el pie..." 4 º Finalmente el P. Caracas dice: "Sobre todo, los domina la ingratitud, que parece característica de ellos... Si se les hace algún beneficio, o se les da alguna cosa, creen que se les ha de dar más; y por lo regular no les basta todo el amor y cariño con que los crían los misioneros, especialmente aquellos que destinan a la asistencia de la igle- 35. ILDEFONSO DE ZARAGOZA, Relación, firmada en Caracas, 20 de septiembre de 1690 (Copia en APCA 2-2-21/2 pp. 320-337. A esta Relación nos referiremos cuando en ade– lante citemos al P. Zaragoza). Para esta cita ver p. 321. 36. OLIVARS, fo! 1, vto., n. l. 37. P. CARACAS, a la pregunta 24ª. 38. Idem, a la pregunta 24ª. 39. OLIVARES, ob. Cit. Fol. 2, n.4. 40. P. ZARAGOZA, p. 324.
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