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MISIÓN DE LOS CAPUCHINOS ANDALUCES EN VENEZUELA 441 contrarse entre ellos papel, hojas, cortezas ni plan tas destinadas a este efec– to"19_ "Ellos no tienen más conocimiento no hacen más distinción de las esta– ciones del año que las de invierno y verano, llamando tiempo de invierno aquel en que llueve, de verano aquel en que cesan las lluvias. Por eso no usan para eso, porque no tienen ni siquiera conocen lo que es Calendario, ni saben regular las horas del día para el trabajo o descanso de otro modo que por lo alto o lo bajo del sol"2º. Sin embargo, son muy diestros en el manejo del arco y de la flecha, "con estas armas cazan, pescan, se defienden y matan, untando sus lance– tas con un veneno que llaman curare"... 21 En el mismo sentido escribe el P. Olivares: "No saben estos indios de agricultura, ni jamás, por lo común (a excep– ción de los caribes y tal cual otra nación) siembran maíz, o yuca, que es el pan ordinario de la tierra; pues ni aún las naciones que lo siembran, lo gastan en pan (porque no lo usan) y todo lo que cogen (que es muy poco) lo reducen a bebidas, al modo de la cerveza, con que se embriagan. Las demás naciones, que son muchas, no siembran cosa alguna, pues todo su mantenimiento de– pende del arco y flechas con que cazan y pescan, y de algunas raíces y frutas silvestres, con que hacen bebidas para embriagarse. Y así, el mayor trabajo que tienen los misioneros, cuando los reducen a población, es el de instruir– los en la cultura de la tierra..." 22 Y que hubiesen existido indios destacados en armas o letras, el P. Ca– racas afirma no haber conocido, durante más de 40 años de misionero entre ellos, ni haber oído que existiera ninguno en el transcurso de más de un si– glo de existencia de las misiones 23. Pero esto no significa desinterés de los misioneros por las lenguas indí– genas o por rescatarlos de su incultura. Sin embargo, las siguientes palabras del P. Caracas parecen insinuar lo contrario: "...en ninguno de los idiomas de los indios, ni de los demás de que abun– dan las Américas y sus islas, vi ni supe jamás que hubiese Catecismo alguno de la Doctrina Cristiana, aprobado o sin aprobar por los señores obispos. Por este motivo, para enseñarla a los indios no hallaba yo otro arbitrio que obli– garlos, y algunas veces con rigor, al uso del idioma español o castellano..." 24 _ Estas afirmaciones tan rotundas sobre el descuido de los Inisioneros en cultivar la lengua de los indios denotan una total falta de información. En 19. P. CARACAS, Interrogatorio, a la pregunta 7ª. 20. ldem, a la pregunta 16ª. 21. Idem, a la pregunta 19". 22. OLIVARES,ob.Cit.Fol.1-2,n.3. 23. P. CARACAS, Interrogatorio, a la pregunta 3ª. 24. Idem, a la pregunta 11ª.

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