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456 ALBERTO GONZÁLEZ CABALLERO radar General. Este debería, igual que el Comisario, residir en Sevilla. Pero en 1717 pasó a residir en Cádiz, por ser el lugar de embarque de los misio– neros. Sus principales funciones serían: recoger todos los documentos de las misiones y archivarlos, presentar al comisario, lo mismo que al Consejo de Indias y Casa de Contratación, los nombres y demás datos de los candidatos a misiones, prepararles aviamiento y pasaje, etc. El nombramiento recayó en fr. Gabriel de Andújar y, por renuncia de éste, en fr. Teodoro de Sevilla 86 • El cargo duraría el mismo tiempo que el de los superiores de la Orden, es de– cir, siete años 87 . Pero fr. Arcadio de Osuna consiguió que el cargo se hiciera vitalicio. El cargo de Procurador General se extinguió en 1781 al crearse otra fi– gura que prácticamente desempeñaba la misma función, con sede en Ma– drid, siendo el primero en ejercerlo fr. Jerónimo de Gibraltar 88 • Desde el año de la creación del cargo (1662) hasta 1740, año en que de– jó de existir un solo Comisario, hubo 29, siendo el primero fr. Francisco de Jerez y el último fr. Francisco Mª de Arenzano. C) El Prefecto Al principio era la Sda. Congregación de Propaganda Hde la que nom– braba el Prefecto de la Misión para un decenio. Posteriormente el Comisa– rio General asumió esta facultad. Por R.C. de 1676 se determina que sean los propios misioneros quienes lo elijan para un trienio. Pero el Comisario logró que se derogara la anterior disposición restituyéndole el privilegio de elegir la persona para dicho cargo. Para ello, cada tres años debían los mi– sioneros presentar tres nombres, uno de los cuales sería designado por el Comisario para Prefecto. Los misioncrns no se avinieron a esta disposición y presentaron al rey su protesta. Finalmente, el rey, por R.C. de 1692, revocó todo lo anteriormente dispuesto y, a partir de entonces, serían los propios misioneros los que, reunidos en capítulo cada tres años, eligieran el Prefec– to y tres Conjueces que ayudarían al Prefecto en el gobierno de la Misión. Al Prefecto competía las siguientes facultades: dirigir y gobernar las mi– siones, dar normas y directrices, visitar a los religiosos, destinar o cambiar a los misioneros a las distintas misiones dentro de su jurisdicción, dar licencia para volver a España, informar al Comisario General sobre el estado de la misión, pedir el envío de nuevas expediciones de misioneros, etc. El Prefec- 86. AGI, Santo Domingo, 684. 87. R.C. de 18 de agosto de 1692. AGI, Santo Domingo, 684. APCA 2-3-5/5. 88. Jerónimo de Gibraltar (1724-1792) llegó a las misiones en 1748 y allí permaneció has– ta 1775. Él solo llena un capítulo importante de nuestras misiones. A los pocos días de su re– torno a España, el 10 de mayo de 1775, fue nombrado Procurador, cargo que ejerció hasta 1782.

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