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430 VICENTE REYNAL cía el envío de misioneros. Por esta razón tuvo que acudir a otras provin– cias y fueron los navarros quienes respondieron pronto con el envío, en 1942, de cinco capuchinos, los que se mantendrían en la misión hasta 1950. 7. Custodia provincial de Bogotá La misión "sui generis" de Colombia se trasformó en 1937 en Custodia provincial, dependiente de la provincia de Valencia, y su primer custodio, el padre Domingo de Carcagente. Éste, que tiene su residencia en Bogotá, logra finalizar el convenio con las religiosas concepcionista y obtener para la Orden una parte de lo que era su antiguo monasterio, que transforma en residencia conventual. Años después, en 1948, las mismas religiosas, por mediación del arzobispo, Mons. Ismael Perdomo, cedieron a los capuchi– nos la propiedad de la iglesia de la Concepción, previa una compensación económica adecuada. En Barranquilla se habían venido realizando diversas obras, como una nueva casa para los religiosos, inaugurada en 1921, contigua al templo del Rosario, que se iría años después ampliando. En 1926 el ordinario cedió a la Orden capuchina dicha iglesia y casa, por el tiempo en que le prestaren servicio y habitaran. El culto religioso se había venido incrementando de forma extraordinaria, en gran medida por el celo de los religiosos, pero también por el auge poblacional del área. A medida que la ciudad iba cre– ciendo, se vio la necesidad de erigir una capilla sucedánea, y esto se reali– zó en 1927, con la bendición de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en el barrio de Prado-Boston, confiada a los capuchinos del Rosario, quie– nes en 1932 construirían una residencia adyacente, declarada casa regular y más adelante, en 1940, la iglesia definitiva actual. Mucho después, en 1968, sería la misma declarada parroquia autónoma. 26 Mientras tanto, en Santafé de Bogotá el culto en la iglesia de La Con– cepción siguió incrementándose, gracias a la atención primordial que pu– sieron los nuevos custodios, padres Ambrosio de Vinalesa (1954-1958) y Serafín de Algemesí (1958-62). Sus sucesores, padres Joaquín de Guada– suar y Ladislao de Totana, seguirían la misma trayectoria, pero ahora la la- 26. Algunos de estos datos más recientes los tomo de la "Síntesi de la Historia de la Pro– vincia de Bogotá", que realizara en 1986 Eulogio Zudaire, como base documental para la "erección de la Provincia de Bogotá." En su bibliografía, si bien cita algunas obras, no inclu– ye las mías, que son, para la época vineinal, las únicas extensas existentes. De estos apuntes, así como de mis libros, se sirvió, sin citar mis publicaciones, de donde toma los hechos colo– niales, Fr. Antonio Carlos Hualde, en un atropellado artículo, "Historia de la Orden capuchi– na en Colombia Provincia de Bogotá (Años 1648 a 1820 y 1888 a 1990), Franciscanum, Bo– gotá, Año XXXI, Nº 93 (Sept-Dic., 1989), pp. 283-313, en el que casi hay tantas afirmaciones como incorrecciones.

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