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LA NUEVA EVANGELIZACIÓN Y LA DOCI'RINA SOCIAL DE LA IGLESIA 377 rea del cristiano y, en particular de los laicos, dado su peso específico y nu– mérico en la sociedad y en la misma Iglesia. . 1.2.3 El objetivo de la nueva evangelización Es, desde luego y como anticipo de la vida celeste, un empeño de crea– ción de una sociedad justa y fraterna, inspirada en y por el Evangelio. Debe estar apoyada en unos contenidos y contextos que revelen profunda vida es– piritual y litúrgica. Pero necesita de un diálogo constante con las realidades humanas que le permita ser realista y posibilista en sus objetivos inmediatos y en su realización. Por eso es necesario que los cristianos, los nuevos evangelizadores, se ha– bitúen al diálogo interdisciplinar: teología, moral, sociología, economía, de– recho... Que se presenten con las aportaciones de la Iglesia a las soluciones de unos problemas que preocupan a todos y en los que todos tienen algo que decir y que aprender. Y sin dejar de proclamar con fidelidad y con fir– meza su concepción del hombre y la jerarquía de valores según el Evange– lio, aportar y hacer partícipes a los demás de la alegría de su fe. Al presentar la doctrina social de la Iglesia han de dejar claro que también ellos están en plan de búsqueda, como la Iglesia y en comunión con ella, de la que son par– te, y que es más fácil y seguro recordar lo que se ha de evitar que enunciar la auténtica novedadll. Sería impensable que no se pida a los nuevos evangelizadores que anun– cian la doctrina social de la Iglesia, que ellos mismos se "despojen" del dine– ro y del poder social. Se insistirá en que da miedo la pobreza, la vulnerabili– dad, la indefensión y que no obstante es éste realmente el camino de la credibilidad evangélica. Por supuesto, entendidas todas estas realidades en el contexto de un Evangelio, vivido en la sociedad del progreso, de la economía, del dinero y de la libertad, dones queridos por el Señor y concedidos por su Providencia... No convendrá olvidar que entre la multiplicidad de objetivos u ofertas que caracterizan a las agrupaciones del futuro ya presente, cabe la voz del creyente que oferta el Evangelio con dimensión práctica 12 . 1.3 Las teologías de la liberación y neoconservadoras Partimos de una constatación: La doctrina social de la Iglesia que trata precisamente de iluminar y potenciar desde la fe la libertad y creatividad cristianas queda aún como doctrina, materia de estudio: no es punto de re– flexión seria de vida por parte del pueblo cristiano. 11. Cfr. Centesimus annus, 59. 12. Cfr. Ibídem.