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394 FRAY SATURNINO ARA ción de los derechos de la persona y tantas otras calamidades, demostración del egoísmo dominante y de la falta de solidaridad, actitudes que sonrojan a los más conscientes de las posibilidades del ser humano. Solidarios ante la muerte es el título de un libro escrito recientemente por Jean Vimort, coadjutor de una parroquia de Lyon, en ayuda a un mun– do que, instalado en su comodidad y bienestar quisiera olvidarse de la muer– te y trata de eliminar el sufrimiento y "olvidar" a los enfermos. La nueva evangelización sale al encuentro de estas preocupaciones que siguen siendo también las propias del hombre que constituye la sociedad del bienestar, y habla de esperanza. Trata de ofrecer posibilidades de solidari– dad y comunión que rompan el individualismo, actitud característica del sa– tisfecho. Habla de la muerte, del dolor, del hambre, de la marginación, de la injusticia, de la violación de los derechos del hombre, etc., con aire de Re– dención y Salvación. Destaca y se empeña por agradecer el que la Provi– dencia del Señor haya previsto y querido la sociedad mejorada y también la nueva, con realidades de felicidad y satisfacción. Se abre plenamente al re– conocimiento de una sociedad del bienestar. La doctrina social cristiana se encargará de presentar la solidaridad co– mo el recurso inagotable en la construcción de la sociedad del bienestar. Y una solidaridad que no debe entenderse como una actitud que nos imponen ciertas circunstancias objetivas, v. gr. dar una ayuda para que las diferencias excesivas entre los niveles del bienestar no comprometan el equilibrio ge– neral, sino como una virtud, es decir, como un acto de corazón, en definitiva, sin ninguna presión extema3 7 • La doctrina social cristiana se presenta como "parte esencial e integran– te de la concepción cristiana de la vida" 38 . Surge como "reflexión atenta a las complejas relaciones de la existencia del hombre, en la sociedad y en el con– texto internacional, y a la luz de la fe y de la tradición eclesial" 39 . Por tanto, sus principios y sus directrices de acción se constituyen me– diante una comparación entre el curso de la historia, con sus heridas y con– flictos, sus logros y progresos, y la experiencia de liberación que Dios ofrece a los hombres en su Unigénito. La doctrina social cristiana o de la Iglesia que sabe de la "creciente conciencia de interdependencia entre los hombres y las naciones" 4 º, abre a f-36. "El 88% de los españoles se sienten satisfechos de su vida en general, un 81 % cree en Dios y la mitad muestran desinterés por la política, según una Encuesta Europea de Valo– res que ha sido realizada en España por el sociólogo Andrés Orizo, patrocinada por la Fun– dación Santa María. Según los datos de la encuesta un 77% de los españoles se sienten satisfechos de su vida, ci- fra cercana a la media europea que es del 83%...", Diario de Navarra,jueves, 30 de mayo de 1991. 37. Cfr. Sollicitudo rei socialis, 40. 38. Mater et magistra, 206. 39. Sollicitudo rei socialis, 41. 40. Ibídem, 32.