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LA NUEVA EVANGELIZACIÓN Y LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 385 el renacimiento y potenciación de las comunidades eclesiales, agrupaciones de familias cristianas que tantos elogios están mereciendo de parte de la je– rarquía eclesiástica, aunque en algunos momentos hayan producido tam– bién cierta preocupación. Juan Pablo II en la carta encíclica Redemptoris missio dedica unos estu– pendos párrafos a las "comunidades eclesiales de base", fuerza evangelizado– ra. No nos resistimos a transcribir algunos de esos párrafos que destacan ade– más del influjo en la transmisión de la fe, como camino evangelizador, el valor mismo asociativo recorrido por las comunidades de base y agrupaciones de fa– milia. "Un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes Iglesias, promovido, a veces, por los obispos y sus conferencias como opción prioritaria de la pasto– ral, lo constituyen las "comunidades eclesiales de base" (conocidas también con otros nombres), que están dando prueba positiva como centros de forma– ción cristiana y de irradiación misionera. Se trata de grupos de cristianos a ni– vel familiar o de ámbito restringido, los cuales se reúnen para la oración, la lec– tura de la Sagrada Escritura, la catequesis, para compartir problemas humanos y eclesiales de cara a un compromiso común. Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de evangelización, un punto de partida vá– lido para una nueva sociedad fundad sobre la "civilización del amor". Estas comunidades descentralizan y articulan la comunidad parroquial a la que permanecen siempre unidas; se enraízan en ambiente populares y rurales, convirtiéndose en fermento de vicia cristiana, de atención a los últi– mos, de compromiso en pos de la transformación de la sociedad. En ellas ca– da cristiano hace una experiencia comunitaria, gracias a la cual también se siente un elemento activo, estimulado a ofrecer su colaboración en las tareas de todos. De este modo, las mismas comunidades son instrumento de evangelización y de primer anuncio, así como fuente de nuevos ministerios, a la vez que animadas por la caridad de Cristo, ofrecen también una orien– tación sobre el modo de superar divisiones, tribalismos y racimos" 26 • 2.2 Las estructuras económicas "La Iglesia, fiel al mandato de Cristo, su Fundador está presente desde siempre con sus obras, que tienden a ofrecer al hombre necesitado un apo– yo material que no le humille ni lo reduzca a ser objeto únicamente de asis– tencia, sino que le ayude a salir de su situación precaria, promoviendo su dignidad de persona" 2 7. La nueva evangelización debe comprometerse con los campos de la jus– ticia y de la caridad, la cuestión social, con aires renovados y realizaciones 26. Redemptoris missio, 51. 27. Centesimus annus,49.

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