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324 TARSICIO DE AZCONA b) Desechada la misión del Perú, se asignó a Valencia la misión de San– ta Marta, Río de Hacha, cabo de Vela y Maracaibo de difícil climatología y más difícil tratamiento apostólico por los numerosos pueblos nativos nada accesibles. Durante el primer cuarto de siglo no pudo enviar misioneros suficientes a causa de la situación hispánica. Fr. Jerónimo de Écija daba cuenta al Consejo del poco fruto que conseguían los misioneros en Méri– da y la Grita y pedía se aplicasen los 11 misioneros a la conversión de los indios guajiros entre Maracaibo y Riohacha 18 • Parecidas instancias se ele– vaban al obispo de Caracas y al gobernador de Maracaibo sobre la exten– sión de la misión valenciana 19 • c) Se documenta en repetidas ocasiones esta situación preocupante: Fr. Andrés de Oliva comunicaba al Procurador General que entre los indios guajiros "no conseguían ningún fruto" 2 º. El P. José de Soria gestionaba en España ante el Consejo que la misión se extendiese hacia Santa Marta.Así lo concedía el Consejo y lo comunicaba el confesor al Rey, Tudela 3 junio 1719. De vuelta a la misión el P. Soria, el procurador de Riohacha dirigía un memorial al virrey de Nueva Granada, Cartagena 3 marzo 1721 "sobre la ineficacia de la misión de Mérida y Maracaibo y su extensión a los indios guajiros de la Provincia de Santa Marta 21 • d) En el Consejo descubrieron alguna contradicción entre estos testi– monios de ineficacia y la petición de nuevas misiones en la década de los años 1730. El 26 febrero de 1738 pedía informes al Comisario General so– bre el estado de las misiones y si eran precisos más misioneros; igual con– sulta se elevaba al obispo y al gobernador en 10 de noviembre de 1739 22 • Y además estuvieron de acuerdo en que la misión había adquirido una ex– tensión desproporcionada para el número de misioneros que ofertaba la Provincia de Valencia. e) Parece que ése fue el momento en que surgió la desmembración de la misión valenciana. Hemos visto que diversos autores sugieren que esta idea partió de los misioneros navarros, dispersos en Cunamá, Caracas y Santa Marta, que se valieron del fraude para conseguir su propósito 23 • No encontramos dicha causa en la documentación, y en cambio aparecen pro– fusamente las ya sugeridas. Admitimos que los de Navarra pudieron pedir ayuda y recurrir a instancias poderosas en Maracaibo. 18. Carta, sin lugar, de 22 de septiembre de 1717, en AGI, Santo Domingo leg. 678. 19. Carta de 10 de enero de 1718 y 25 de mayo de 1722, en AGI, Santo Domingo leg. 647. 20. AGI, Santo Domingo leg. 651. 21. Madrid, BNMs. 3570 f. 80. 22. AGL Santo Domingo leg. 649. 23. Así lo escribe el P. Eugenio de Valencia al P. Celestino de Añorbe, Arch. Prov. Cap. Pamplona, leg. Maracaibo.