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288 NÉSTOR ZUBELDIA BARSELÓ Un diálogo de fraternidades y provincias localizaría la auténtica di– mensión perdida de lo que secularmente ha sido nuestra evangelización: la cercanía al pueblo, fundamentalmente en esos lugares teológicos des– critos. No se desconocen las múltiples fraternidades que han optado por esta línea evangélica; como tampoco las atrapadas por el cinturón de clases me– dias y altas en sus recintos de instalación con dificultad para abandonarlos en tiempo oportuno. El error en éstas no es de elección sino de tolerancia y resistencia a una utopía del Evangelio 25 - 2 • 1.3 Los análisis de la realidad En la actualidad tenemos estudios exhaustivos, precisos y orientativos gracias a los centros de estadística y sociología de los distintos estamentos de la Iglesia y de la sociedad civil. Léanse por ejemplo los indicadores de la Centesimus annus, capítulos uno al tres; los realizados por el episcopado español en el documento La verdad os hará libres 26 ; las cartas de cada uno de los episcopados. Ejemplo: la circular de los obispos vascos en la orien– tación de la cuaresma 27 ; los CPO de nuestra Orden; especialmente el V CPO de Garibaldi 28 • Para América Latina se ha realizado un análisis completísimo en los documentos entregados a los obispos y expertos para la IV Asamblea General Latinoamericana que tendrá lugar en Santo Do– mingo bajo el lema de la Nueva Evangelización 29 • Pero esta clave de interpretación va a quedar extrapolada y encorseta– da en la ortodoxia -libro de archivo--, si no se la aprehende desde unas presencias experienciales por vía coherente de ortopraxis. Nos admira la coherencia del colectivo franciscano de la Universidad de San Buenaven– tura de Bogotá que decide conformar una viceprovincia dependiente del General para insertarse en la realidad del lugar teológico de los margina– dos y conjugar así estudio-enseñanza-vida. La gramática de la vida presen– ta reglas incomprensibles para el teólogo o pastoralista de laboratorio. El ideólogo que no experimenta sus teorías en su vida de inserción, es mejor que las conserve en sus tubos de ensayo, para que no confunda a los hom– bres de a pie, que hablan desde la opresión, la injusticia, el sufrimiento. ¿Qué sabe Virgilio de los sudores campesinos cuando escribe sus geórgicas 25-2. Garibaldi nn. 32-33. 26. La verdad os hará libres. 27. Obispos vascos. Documento anual de cuaresma año 1990. 28. Garibaldi, nn. 42-43. Cambios culturales. 29. Documento Santo Domingo n. 604.

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