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314 NÉSTOR ZUBELDIA BARSELÓ 4. Porque estábamos aparcados en lo temporal y lo entendíamos. Lo nuevo -la evangelización-, está en inicios de concienciación. Así, en educación, dejamos las direcciones técnicas de los colegios y nos afe– rramos a las administraciones económicas: Lo mismo en las parro– quias: El párroco, hasta tiene su consejo económico; pero la mayoría de ellos siguen administrando verticalmente el dinero del pueblo. 5. Porque no dejamos lo temporal al laicado, siendo misión y ministe– rio específico de ellos. - La sociedad actual evoluciona secularmente de forma irreversible, ace– lerada y técnica. La sociedad secular interpela a la Iglesia sobre los poderes civiles que no le pertenecen. Urge la entrega de lo civil al pueblo de Dios: - Por la presencia del laicado en su campo secular. - Por la realización de una pastoral de los nuevos ministerios del laicado. - Por una entrega de las cargas seculares que nos impiden consagrarnos a nuestra identidad religiosa. - Por el entorno de identidad recuperada: dimensión perdida recuperada y del seglar; y dimensión abandonada del religioso y encontrada su identidad de evangelización. Se concluye así: - La secularización como positivista. - Como examen y asignatura pendiente a los sacerdote e institutos reli- giosos. - Como abandono de los bunkers de secularidad. - Como inteligencia: Iglesia-Laicado. - Como el gran proyecto del liderazgo socioeconómico político y espiri- tual del laicado ... Secularismo A éste término se le dan las siguientes connotaciones: - Es materialista, sin trascendencia. - El hombre, el mundo y la historia pertenecen a lo civil, a lo intrahistóri- co sin apertura de fe. Inicia, vive y termina todo en esta vida. - Es un agnosticismo de increencia cientifista, social y ácrata, destructiva de la trascendencia. Puede ser, en conformidad a cualquiera de los tres ámbitos de increen– cia en que se ubique, agresiva; de línea dura contra la religión.

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