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300 NÉSTOR ZUBELDIA BARSELÓ - En abril de 1989 la Sagrada Congregación de Institutos de vida consa– grada comunica a la CLAR referente al proyecto Palabra Vida que no puede ser aprobado. Necesita nueva revisión y corrección. Luego de las revisiones de los exegetas ha quedado suspendida la publicación. 3) La praxis humana El lenguaje teológico se hace en su única mediación: el hombre, y des– de el hombre es el quehacer de la teología; pero a este hombre hay que es– tudiarlo en sus connotaciones de siervo doliente; el compromiso de libera– ción tiene como destinatarios a los anawin, los que no pudiendo poner su esperanza en los hombres opresores confían en el Señor. Los oprimidos urgentemente tienen que tener acceso a la justicia, la libertad, al poder y a todos los derechos humanos. Esta praxis de lucha es el punto axiológico; desde él se han realizado si– tuaciones conflictivas, de lucha, violencia presente contra violencia institu– cionalizada. Hubo un tiempo en el que algunos de los teólogos pudieron admitir las tesis indicadas. El binomio opresión liberación abre dos ejes principales de esta teología: la Cristología y la Eclesiología nueva. Sus con– tenidos se concretizan en una acción coherente hasta el profetismo y el martirio. Hoy se contabilizan en Latinoamérica junto a Romero, Alsina, Rutilo (el Salvador) cientos de laicos comprometidos; y algunos sacerdotes pasa– dos por el martirio en defensa de los derechos de los oprimidos. La cone– xión entre teología y política; ortodoxia y ortopraxis han sido desde su ori– gen el camino de la teología de la liberación. La valentía de la coherencia de la ortopraxis ha creado las grandes tensiones en ia Iglesia. 4) Ratzinger y la teología de la liberación El primer documento: "Instrucción sobre algunos aspectos de la teolo– gía de la liberación" se publicó el seis de agosto de 1984 en la sede de la Congregación para la doctrina de la Fe. Fue firmado por Joseph Ratzinger como Prefecto yAlberto Bobone, como secretario. Las críticas y polémicas acusaban de sospecha de desconocimiento radical del Prefecto sobre la teología de la liberación. Antes de los dos años, Ratzinger escribía un nue– vo documento: "Instrucción sobre la libertad cristiana y la liberación". El primer documento solamente tenía treinta y cinco notas; mientras que el segundo tenía el doble número de páginas y ciento cuarenta y seis notas de aparato crítico. Sobre este segundo documento se expresaron los teólogos de la libera– ción con nuevo maquillaje de ideas. Escribe Ellacuría: "La teología de la li– beración es más necesaria que nunca. El nuevo documento pretende uni– versalizar el tema de la libertad y liberación, pero el intento se ha hecho,

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