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EXPERIENCIAS MISIONALES EN ESPAÑA 273 del nuevo orden civil y religioso. Ellos se desprendieron de dos personas esenciales en su corte para ponerlas al frente del gobierno y de asimilación religiosa del nuevo reino; al conde de Tendilla le nombraron Virrey y Capi– tán General y al monje Jerónimo, confesor de la Reina, primer arzobispo de Granada. Ambos, en perfecta armonía, fueron instituyendo el nuevo domi– nio, la nueva sociedad y el nuevo orden religioso. En las capitulaciones para la rendición constaba en una cláusula el de– recho de los moros granadinos a practicar su religión, lo que difícilmente podría lograrse sin lugares de culto y sin ministros, sin dotaciones y sin re– cursos. Talavera no quebrantó ese estatuto, pero tampoco olvidó la evan– gelización cristiana. Con singular celo pastoral se dedicó a preparar las con– diciones para que los moros, nuevos mudéjares castellanos, se fueran aproximando a la conversión y al bautismo. En alguna ocasión hemos ana– lizado una "Suma de lo que querríamos que guardásedes". Este documento es capital para entender la situación creada en Granada. En el mismo exigía a los adultos el olvido de la religión mahometana y el aprendizaje de las oraciones para ayudarse en vida y en muerte, la aceptación de las costum– bres castellanas en el vestido, viandas y fiestas. Debían ir olvidando el árabe y aprendiendo el castellano 24 . El talante pastoral de Talavera era excelente; pero no convenía a todos. Además de personalista, en algunos círculos de la corte parecía lento e in– terminable. Urgían una evangelización más acelerada y la colación rápida del bautismo. Así surgió una fuerte confrontación que se suele personalizar en dos prelados, Talavera y Jiménez de Cisneros, pero que trascendía con mucho a estos dos personajes, ya que entraban en juego posicionamientos teológicos y pastorales muy arraigados. Resumiendo la situación, se podrían retener los siguientes puntos de vista: a) Talavera continuaba en Granada la "plantación y regimiento" de la igle– sia local. "De qual está ella, remítome a los que no le tienen la affection que yo ... Dichas iglesias están razonables, más aun no quales yo que– rría"25. Usaba el método pastoral de captación, intentando el cambio de religión con libertad, siguiendo las huellas del apóstol Pablo. b) El Arzobispo de Toledo, Jiménez de Cisneros, llegó a Granada en 1499 y ladeando el caso normal de los moros, se fijó en el caso difícil de los el– ches o cristianos renegados en tiempos anteriores. Pretendió reducirlos a su primitiva fe católica, bautizó a los hijos menores de los mismos y más adelante amplió su acción pastoral a los moros. Para él, sus métodos eran canónicos, incluso el empleo de ciertas "premias" (apremios) y estímu- 24. La publicamos en Isabel la Católica... pp. 761-3. 25. Granada 31 Oct.1493, en V. RODRÍGUEZ VALENCIA,Isabel la Católica en la opi– nión de los españoles y extranjeros. Siglos XV al xx. Vol. III, Valladolid, 1970, p. 34.

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