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254 FRAY SATURNINO ARA ministerios o servicios, cuya sola enumeración nos llevaría demasiado le– jos. No es, pues, cuestión de apostolado parroquial, de ministerio de la en– señanza, de misiones populares, etc., sino de un talante especial, el que S§ origina del hecho de haber captado y entendido que la adopción Q~ iJn ªi~ re renovador que responda al giro copernicano dado en @l planteamiento de todas las cuestiones pastorales, cuestión que algunos cristianos, elérigos y laicos, religiosos y seglares no admiten tan fácilmente. El capuchino de hoy, evangelizador del mañana, deberá estar atento para poder saber acercarse a la cultura de cada noción, cuyo patrimonio de valores es ordinariamente contestado por los jóvenes 21 , y entablar un diá– logo existente y seguro que permita iluminar, valorar y, en último término, evangelizar las situaciones diversas, de acuerdo con una pedagogía que ayude a superar los errores cometidos en otras épocas 22 • Esto exige ciencia y preparación. La nueva evangelización acepta el reto que invita a una profundización en estudios teológicos y humanos, consciente que la ciencia, conocimiento, es el "poder" que puede transformar el mundo, la Iglesia y el propio Insti– tuto. Se distingue por el aprecio y cultivo de la técnica en su más extensa gama; acepta el esfuerzo de preparación para la intervención en los cana– les formativos e informativos 23 ; se apresta a crear aquel clima religioso o místico que ayude a sentir, formular y expresar la fe cristiana en el Dios bueno, creador, redentor y santificador, en el contexto y categorías del mundo moderno y de su gran creación la "aldea global" que busca y corre tras el bienestar. Efectivamente, nuestro mundo se ha hecho más pequeño o, al menos más unido y más cohesionado. El mismo lenguaje que usamos demues– tra esta realidad: Naciones Unidas, población mundial, ciudadanos del mundo. 21. Cfr. Centesimus annus, 50. 22. Referente a la aproximación y diálogo del pasado con las culturas indígenas ameri– canas. Véase BOFF, L., La nueva evangelización. Perspectiva de los oprimidos, Santander, 1991, p. 90. 23. "Hugo Assamann ha publicado un libro con el título, La Iglesia Electrónica y su im– pacto en América Latina. El término "Iglesia Electrónica", es algo que un feliz hallazgo para describir el medio al servicio del fin. Términos equivalentes son -segúnAssmann- los de "Re– ligión comercial","Marketing de la Fe", "Mesianismo Electrónico", "Asamblea Electrónica", etc. Terminologías todas que califican de alguna manera el estilo y el trato que el hecho reli– gioso recibe de estos conocidos: Oral Roberts, Rex Humbard, Jimmy Swagart, Jerry Falwell, Pat Robertson, Jim Bakker, y otros, que junto al clásico Billy Graham y Luis Palau usan las técnicas más avanzadas para conseguir "conversos" a través de los milagros, curaciones y anuncio de inminentes Apocalipsis, recaudando, a la vez, fondos que serán aprovechados pa– ra el beneficio personal y para el aumento cuantitativo de nuevas estaciones de TV y radio". AA.VV ., Inculturación y nueva evangelización. Salamanca, 1991, p. 208.