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CAPUCHINOS CATALANES EN TIERRAS DE AMÍ':RICA 231 misión), Humboldt escribía en 1804, que eran 17.300 los indios que habita– ban en las reducciones de la Guayana. Sobre el temperamento de estos in– dígenas, el P. Gumilla, jesuita, vecino de nuestra misión, escribía: "Los in– dios de la Nación Guayana son de genio duro y belicoso; á los principios recibieron fuertemente á los españole~; y tubieron [sic] choques muy porfia– dos y sangrientos con ellos: dieron en fin la paz, y se reduxeron (como ya apunté) á cinco colonias; pero ósea por su genio naturalmente indómito, ó sea (y és á lo que más me inclino) por la amistad y trato con la pésima Na– ción Cariba, que no reside lejos de ello.'>; es cierto que no corresponden al su– dor y fatigas con que los asisten los MM.RR.PP . Capuchinos Catalanes; an– tes bien les dan con freqüencia [sic] sustos considerables. " 3 En esta misma línea se expresaba el benemérito P. Benet de la Garri– ga, Prefecto de la Misión, (al cual ya nos hemos referido), en una carta a un condiscípulo suyo residente en Barcelona. donde explica los sudores y fatigas de los misioneros de la Guayana: "J,os mayores trabajos fueron el haber de aguantar los recios aguaceros sin capa, con sólo el hábito vie– jo de estameña, pasar las noches así mojados hasta el pellejo, casi muerto de frío, luegd de madrugada emprender el viaje con aguaceros, sin saber qué desayunarnos, y por buen refresco, había días que nos pasábamos cuatro ríos caudalosos con los aguaceros encima. De estos trabajos poco se refiere entre nosotros; cada uno pasa los suyos como pudiere, y Cristo con todos. " 4 El número de los misioneros que trabajaron en la Guayana puede ci– frarse en unos 180, todos de la Provincia de Cataluña, de los cuales hemos de destacar, a parte de Benet de la Garriga ya citado, varias veces prefecto y principal configurador de la misión, a Jaume de Puigcerda; Martí de Ta– radell, autor del "Vocabulario de Español a Caribe" 5 ; Félix de Tarrega, acérrimo defensor de los derechos de los indígenas; y Marian de Cervera, organizador de las reducciones. Con el surgimiento, en los territorios americanos, de los primeros co– natos de independentismo, los capuchinos catalanes, ya desde el primer instante, se manifestaron monárquicos y antirrevolucionarios; así lo escri– be el historiador venezolano Duarte Level: "Desde el principio de la gue– rra de la independencia, los capuchinos rechazaron toda invasión guerrera en las misiones, y tomaban enérgicas providencias alertando a los indios, 3. J. GUMILLA, El Orinoco Ilustrado, Barcelona 1791, vol. I, p. 157. 4. Carta del Prefecto de la Misión, Benet de la Ganiga, al capuchino Esteve d'Olot, Mi– sión del Caroní, 3 noviembre 1779 (Doc. Conservado a l 'Arxiu de la Corona d'Aragó [ ACA], Monacales, leg.57). 5. Manuscrito conservado en la Real Biblioteca de Madrid, y publicado en el Tomo VI del Catálogo de la Real Biblioteca: Lenguas de América. Manuscritos de la Real Biblioteca, Tomo I, Madrid 1928, pp. 213-305.
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