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236 VALENTÍ SERRA DE MANRESA Fidel Montclar fue nombrado primer Prefecto Apostólico, el cual, do– tado de una gran intuición y tenacidad, animado siempre por el firme pro– pósito de conseguir los fines que la Santa Sede se había propuesto, se vio en la necesidad de establecer unas bases sólidas y duraderas, sobre las que estribase la catequización permanente de los indígenas. Para ello no que– daba otro medio que comunicar la Amazonía Colombiana con los pueblos civilizados del mismo Estado, abriendo caminos en plena selva. Así lo ex– plicaba Fidel de Montclar en una conferencia que pronunció en el marco de la Exposición Internacional de Barcelona del año 1929: "Los misione– ros catalanes se lanzaron a una empresa que, según la humana prudencia, era excesivamente temeraria. Alprincipio contábamos sino con el trabajo de algunos indios. Los misioneros al frente de sus amigos abrían trochas en la selva, dormían en los páramos, aguantaban las inclemencias del tiempo y, resueltos a abrir un camino a todo trance, soportaron penalidades indeci– bles y amarguras sin cuento. " 13 Más tarde, el gobierno colombiano, admi– rado por la obra realizada por los capuchinos y, convencidos de las ideas y proyectos de Fidel de Montclar, puso a disposición de los misioneros im– portantes sumas de dinero para poder normalizar los trabajos, y así asegu– rar la presencia del estado colombiano en aquel desconocido e inmenso te– rritorio.14 Gracias a los esfuerzos de los misioneros catalanes, la misión experi– mentó un progreso tan notable que, en mayo de 1930, la Prefactura era ele– vada a Vicariato Apostólico y Gaspar Moncunill era designado primer obispo que, al fallecer en 1947, fu sustituido por mons. Placid C. Crous, Du– rante el pontificado de este último prelado, siendo la misión ya muy flore– ciente, se subdividió en tres entidades eclesiásticas: el Vicariato Apostólico de Florencia, el Vicariato Apostólico de Sibundoy (atendido por los capu– chinos hasta 1971) y la Prefactura Apostólica de Leticia, de la cual fue ele– gido primer Prefecto mons. Marcel·lia E. Canyes; misión a cargo de la Pro– vincia de Catalunya hasta a 1989, en que se traspasó el "ius commissionis" a una diócesis colombiana, quedando como colaboradores un pequeño grupo de misioneros catalanes. La calidad de la heroica labor humana y evangelizadora de los misioneros de Leticia era elogiada con estos térmi– nos, por el Ministro General de la Orden, poco después de la fundación de 13. FIDEL DE MONTCLAR, La Prefectura Apostólica del Caquetá en laAmazonía Co– lombiana, en la "Revista de la Exposición Misional Española", Barcelona 1929, pp. 214-221. 14. Los proyectos y realizaciones de Fidel de Montclar quedan muy bien plasmados en los distintos informes que remitía al gobierno colombiano. Véase: Misiones Católicas en el Caquetá y Putumayo y episcopado dirigidas por los PP. Capuchinos. Informe presentado... por el Prefecto Apostólico del Caquetá, Fray Fidel de Montclar. Bogotá 1911; Las misiones en Colombia. Obra de los Misioneros Capuchinos... Caquetá y Putumayo. Bogotá 1912; In– forme sobre la terminación del Camino de Mocoa, Pasto 1912, etcétera.

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